Trabalhadores da Vinha (Mt XX, 1-16)

PARÁBOLAS DE JESUS — OS TRABALHADORES DA VINHA (Mt XX, 1-16)

EVANGELHO DE JESUS:

1 «Sim, o reino dos céus é semelhante a um homem, um patrão, que sai cedo de manhã para contratar trabalhadores para sua vinha.
2 Ele combina com os trabalhadores um denário por dia; e os envia à sua vinha.
3 Ele sai por volta da terceira hora.
E vê outros parados e desocupados na praça.
4 Ele lhes diz: “Ide vós também à minha vinha.
Eu vos darei o que é justo.”
5 Eles se vão. Ele sai novamente por volta da sexta, e também por volta da nona hora. E faz o mesmo.
6 Ele sai por volta da décima primeira hora.
E encontra outros homens parados e lhes diz:
“Por que vós ficastes aí, desocupados o dia todo?”
7 Eles lhe dizem:
“Porque ninguém nos contratou.”
Ele lhes diz: “Ide, vós também, à vinha.”
8 Vinda a noite, o Adôn da vinha diz a seu intendente: “Chama os trabalhadores, distribui o salário, começando pelos últimos
até os primeiros.”
9 Aqueles da décima primeira hora vêm e recebem um denário cada um.
10 Depois, vêm os primeiros
e pensam que receberão mais;
mas recebem, também, um denário cada um.
11 Quando eles recebem, vociferam contra o patrão e dizem:
12 “Estes, os últimos, fizeram apenas uma hora, e tu os fazes nossos iguais,
a nós que suportamos o peso do dia e o calor.”
13 Ele responde a um deles e diz:
“Meu amigo, não te lesei.
Tu estavas de acordo comigo em um denário, não estavas?
14 Pega o que é teu e vai-te embora.
Eu quero dar àquele, o último, tanto quanto a ti.
15 Não me é permitido fazer o que quero do que é meu?
Ou é mau teu olho porque eu sou bom?”
16 Assim, os últimos serão os primeiros e os primeiros, últimos.» [Chouraqui] Mt 20:1-16


Tomás de Aquino: Catena aurea

Romano Guardini: TRABALHADORES DA VINHA


Antonio Orbe: Parábolas Evangélicas em São Irineu

Para la mayoría de los eclesiásticos, el día de la parábola representa el tiempo desde la constitución hasta la consumación del mundo. Así claramente Orígenes afirma en Comm. in Matth. XV 31.

Día del Señor, día grande, el tiempo de la humana peregrinación por el mundo, «todo el siglo presente» (Comm. in Matth.).

Lo mismo San Hilario, San Jerónimo, el autor del Opus imperfectum, Optato Milevitano, San Gregorio M., Beda y otros. Igual entre los griegos, el fragmento de las Cadenas, atribuido a San Cirilo Al.

San Ambrosio resume con multitud de testimonios bíblicos el significado de aquel día (Expos, in Lc. VII).

La división del día en cinco, con arreglo a los cinco grupos que fue enviando el amo a la viña, coincidía con la clásica división judía en horas. En su aplicación al día grande había, naturalmente, sus diferencias. Orígenes indica una muy razonable. La hora de prima duró hasta Noé; tercia hasta Abrahán, sexta hasta Moisés, nona hasta Cristo, y undécima entre las dos parusías del Salvador:

«Mira si puedes denominar primer orden (= grupo, Táypa) al de Adán, en seguida de la creación; porque el paterfamilias salió a prima mañana y contrató, por así decirlo, a Adán y Eva para que labraran la viña de la piedad. Y segundo orden, al de Noé y el pacto relativo a él. Y tercero, al de Abrahán con el cual se cuentan ios de los patriarcas hasta Moisés. Y cuarto, el de Moisés y toda la dispensación de Egipto y la legislación en el desierto. Ultimo (= quinto) orden, el de ia parusía de Jesucristo, el de la (hora) undécima. Por lo demás un solo hombre, amo de casa, según (aparece) en la parábola propuesta, salió cinco veces… Porque un solo Cristo descendió muchas veces a los hombres a administrar siempre lo tocante a la vocación de los operarios» (Comentários a Mateus).

Entre los griegos, sigue a Orígenes el fragmento 226 (de San Cirilo Al.?), con algunas variantes. Entre los latinos, figura en primer lugar, siguiendo también al alejandrino, el obispo San Hilario.

Otro tanto, con ligeras variantes, enseñan San Agustín, el autor del Opus imperfectum, San Gregorio M., Beda, Teófilacto y otros.

Resume bien San Ambrosio en Expos. in Lc. VII § 223.

Poca simpatía sintió en ocasiones San Jerónimo por el obispo de Milán, y aún menos por Orígenes. Por eso, quizás, no obstante conocer su exégesis y aun apropiársela (en 393) como única al redactar el Adversas Iovinianum, más tarde en el Comentario a Mateo (398), para disimular probablemente su dependencia del alejandrino, declara — sin citarle — su exégesis en segundo lugar, a título ajeno y de erudición.

También en lugar secundario habíala presentado el Ps.Teófilo. Orígenes apuntaba una idea. Los grupos llamados a la viña no iban casualmente (v. Trabalhadores da Vinha: unos a primera hora y otros a la de tercia, sexta… El amo los contrataba según las aptitudes que en ellos descubría. Una cierta armonía preestablecida actuaba sobre los individuos para ponerlos a disposición del amo a la hora justa en que mejor pudieran ejercer sus habilidades. Así, los del grupo de Adán hasta Noé fueron enviados — como primeros — a la viña, para hacer en ella los primeros trabajos a que tenían aptitud singular. Los del grupo de Noé hasta Abrahán se presentaron a la hora de tercia, por ser los más convenientes para el pacto nuevo con Dios… El pensamiento, demasiado sutil, no parece haber tenido gran resonancia.


Maurice Nicoll: PARÁBOLA DOS TRABALHADORES DA VINHA