Antonio Orbe: ORIGEM DO CORPO [OASI]
El autor del Adversus haereses, a la hora de contraponer la humana plasis a la creación misma de los ángeles, descubre en aquélla un privilegio exclusivo del humano cuerpo, hecho per manus Dei. Los ángeles, genéricamente creados por Dios mediante el Verbo, no conocieron tan soberano origen. ¿Simplemente porque ‘los ángeles son sin carne’? (III 20,4). Tal motivo, insuficiente, dejaría por explicar el título de nobleza que Ireneo ve en la materialidad misma de la plasis de Adán. En el mundo, creado por Dios, hay ángeles. Incorpóreos o no, también ellos se allanan al nivel de los demás seres evocados por la sola voz de Dios: ‘Hágase la luz… Haya un firmamento en medio de las aguas… Reúnanse las aguas… Haya lumbreras en el firmamento de los cielos… Pululen las aguas en un pulular de seres vivientes… Produzca la tierra seres vivientes’.
La actitud divina cambia al llegar al hombre. Ya no dice: ‘Hágase el hombre…’ Sino ‘hagamos al hombre…’, y en seguida: ‘Formó el Señor Dios al hombre (adam) del polvo del suelo (adama)’.
Tertuliano indicaba uno de los motivos: ‘propter praelationem’. El hombre, no el ángel, es el rey de la creación.