CORPO — PÉS
GURDJIEFF
Maurice Nicoll
El hombre camina sobre la tierra con pies físicos; pero en la vida lo hace con sus pies psicológicos. Su nivel psicológico externo es sensual, es cosa de la sensación, de los sentidos. Sus pensamientos y sentimientos externos provienen de lo que capta a través de los sentidos. Este es el nivel que representan los pies psicológicos de su ser, pies distintos a los de su ser físico. Y la clase de zapatos que calzan estos pies son sus puntos de vista, sus opiniones y las actitudes que viste o utiliza para allegarse a una vida sensual. Si no fuese por los cinco sentidos, no habría vida externa.
¿Cómo camina el hombre sobre la tierra? Hablamos en un sentido psicológico. ¿Cómo se relaciona su psicología con la vida externa?
El hombre que entiende la vida únicamente a través de las pruebas que le ofrecen los sentidos, no es un hombre psicológico. Es un hombre sensual. Su mente se apoya en los sentidos. En otros escritos se llama a ésta la ‘mente carnal’ ( ÏŒ νους σαÏκος (Col. II. 18) En este caso piensa desde los pies, no tiene cabeza. Y piensa especialmente desde la clase de zapatos que calzan sus pies. Esta es la forma de su verdad; es diferente en diversos casos, pero siempre corresponde al mismo orden o al mismo nivel. Aún dista mucho de ser un Hombre. Piensa de una manera literal. Toma la parábola literalmente. A fin de poder empezar a hacerse hombre, ha de comenzar a pensar apartándose del sentido literal. Para quienquiera que anhele un desarrollo interno, lo verdaderamente importante y significativo es el pensar en términos psicológicos. Por ejemplo, ¿por qué razón se dice tan a menudo en la literatura esotérica, en las Escrituras, que el hombre se ha de quitar los zapatos antes de penetrar a un lugar sagrado? Significa que la mente sensual es incapaz de entender la verdad psicológica. Por eso se le pide que se quite los zapatos, que sé desprenda de la verdad cimentada en los sentidos. Porque una mente que se apoya en los sentidos, y en la verdad que éstos le proporcionan, es una mente incapaz de comprender un nivel superior o más elevado de la verdad, o sea una verdad psicológica. Dicho en otros términos: el hombre físico no puede comprender al hombre espiritual.
De modo que cuando se dice que es necesario quitarse los zapatos para poder entrar a un lugar santo o sagrado, se quiere indicar que lo sensual no puede comprender lo espiritual. El pensamiento sensual no puede palpar un nivel que le sea superior. Requiere otro modo de pensar. La mente yace a distintos niveles, y el más bajo no puede asir los superiores. Es imposible tratar de entender una verdad psicológica con el nivel más bajo o externo de la mente. De suerte que ésos son los zapatos que uno ha de quitarse al penetrar a aquella esfera del conocimiento que está por encima del conocimiento sensual. Arrastrar el entendimiento psicológico al nivel del entendimiento sensual es destruir todo lo que en el Hombre puede conducirle a un desarrollo interior y hacer de él un hombre, internamente.
Las gentes tratan de entender a ‘Dios’ y lo ‘Divino’ con su mente sensual. Tratan de entender con los zapatos y no con la cabeza.
Cuando el ángel se le apareció a Moisés en la zarza que ardía, le dijo: ‘No te llegues acá: quita tus zapatos de tus pies, porque el lugar en que tú estás, tierra santa es.’ (Éxodo, III, 5). Y cuando el varón que tenía en la mano una espada desnuda se le apareció a Josué cerca de Jericó, le dijo: ‘Quita tus zapatos de tus pies, porque el lugar donde estás es santo.’ (Josué, V, 15). Cuando Cristo envió a sus discípulos a predicar el Evangelio, habían de andar sin zapatos: ‘No aprestéis… ni zapatos…’ (Mt. X, 10; v. Apostolado).