DAIMONION = DEMÔNIO; DAIMON = GÊNIO

VIDE: demônios; asuras; deuses; diabolos; djinn; Citações dos Padres

Evangelho de Jesus: Mt 7:22; Mt 9:32-34; Mt 10:8; Mt 11:18; Mt 12:23-28


Henry Corbin: Corbin Homem Luz

Baste recordar los pasajes del Fedón y el Timeo de Platón, comentados en el capítulo cuarto de la Enéada III, donde sofia:Plotino trata del daímon páredros que nos ha recibido como parte suya y que es el guía del alma a lo largo de la vida y más allá de la muerte. Habría que hacer mención de la hermosa amplificación del mismo tema en Apuleyo (De Deo Socratis, 16), que trata del grupo superior de daímones a cada uno de los cuales se confía respectivamente la misión de servir de guía a la individualidad humana, y que es su testigo (testis) y tutor (custos). No menos esenciales para nuestro propósito son los textos donde Filón de Alejandría designa al Noûs como el hombre verdadero, el hombre en el hombre. Ese homo verus que habita en el alma de cada uno, ora lo experimentamos como arconte y rey, ora como juez coronando los combates de la vida; en su momento, asume el papel de testigo (martys), incluso de acusador.

Ananda Coomaraswamy: DAIMON

De hecho, nuestro tratamiento de la psicología india como una bhuta-vidya equivale a tratarla como una «demonología». Por supuesto, debemos despojarnos de las connotaciones peyorativas con las que el cristianismo ha investido a la palabra «daimon», la cual, como su equivalente indio, yaksa y bhuta, se refiere a Dios o a seres de origen divino, aunque pueden ser buenos (obedientes) o malos (desobedientes). La demonología tradicional es a la vez una angelología y una psicología. Hoy en día nosotros consideramos todas estas cosas como «supersticiones», y ciertamente son tales, en el sentido literal de «supervivencias»; pero el que ahora llamemos a los demonios dentro de nosotros «instintos», no cambia nada en la naturaleza de las «pasiones dominantes», a las que nosotros estamos sometidos, hasta que hemos aprendido a dominarlas y a usarlas por nosotros mismos. Un instinto es un impulso (instinguere, instigación), y nosotros todavía hablamos acertadamente de nuestros instintos como tendencias (a causa de que tiran de nosotros) y del pensamiento tenido de deseo como tendencioso. La psicología es fundamentalmente una patología, como anuncia el “pathe en emin” de Platón, y «toda pasión es una posesión epiléptica» (epilepton, ser cautivado, ser hecho preso), Filón, Legum allegoriae IV.79. «Comportarse» según nuestros gustos y disgustos no es una libertad, ni un acto, sino una esclavitud y una pasión. La enfermedad del alma es su propia auto-volición. Sea cual sea el nombre con el que llamemos a los «caballos» el problema permanece el mismo, conducirlos o ser conducido por ellos.

No podemos tratar aquí la etimología de «daimon», pero queremos relacionarla con la √ sánscrita day o da y con daitya y danava; y probablemente es significativo que se diga que Indra vence a los Daityas y Danavas en siete grupos de siete en sus respectivas estaciones (yathasthanam, Brhad Devata VII.51, 52), lo cual parece referirse a una «victoria sobre los poderes de percepción y de acción»; y a esto, en Arthasastra I.6, se le llama «toda la ciencia del gobierno».

Julius Evola: GÊNIO (abaixo tr. Antonio Carneiro)

Quem é “genial”, hoje? Um tipo predominantemente individualista, rico em achados originais, fantásticos. Em último caso, tem-se o “gênio” no campo artístico, o culto fetichista tributado a qual nessa civilização humanista e burguesa é notório, tanto que o “gênio”, mais do que o herói, o asceta ou o aristocrata, tem sido com frequência considerado, em tal civilização, como o mais alto tipo humano. O termo latim “genialis” alude contrariamente à qualquer coisa de bem pouco individualista e “humanista”. É derivado da palavra “genius”, a qual originariamente designou a força formadora e geradora interna, espiritual e mística, de uma dada gente e ou de um dado sangue. Daí não é arriscado afirmar que a qualidade “genial” no sentido antigo teve certa relação com aquela que, na acepção mais alta, se podemos dizer, a respeito de « raça ». Em oposição a significação moderna, o elemento “genial” se distingue daquele individualista e arbitrário; se liga à uma raiz profunda, obedece à uma necessidade interior por uma adesão às forças supra pessoais de um sangue e de uma gente, aquelas forças que, em cada estirpe fidalga, se conectavam, como é notório, também a uma tradição sagrada. (L’Arc et la Massue)

Frithjof Schuon: Esoterismo como princípio e como via
Objetivamente, o demônio não pode tomar a aparência perfeitamente adequada de um “anjo de luz”, mas pode fazê-lo subjetivamente adulando e, portanto, corrompendo o espectador aberto à ilusão. Isso explica por que, no clima da mística individualista e passional, rejeita-se, às vezes, toda aparição celeste, medida de prudência que não teria nenhum sentido fora de tal clima e que, em todo caso, é excessiva e problemática em si mesma.

Marie Madeleine Davy: Marie Madeleine Davy Mundo

Platão: Freire Daimon Socrates

Orígenes: Origenes Principiis

6. Quanto ao demônio, seus anjos e forças adversas, a pregação da Igreja ensina que realmente existem. O que porém eles sejam, ou como sejam, não está claramente exposto. Muitos, porém, são de opinião que o demônio havia sido um anjo o qual, tornando-se apóstata, persuadiu uma multidão de anjos a caírem consigo, os quais agora são chamados de seus anjos.


Teofano o Recluso: Teofano Monachos Diabolos

Jean-Claude Larchet: Philokalia-Therapeutes

Para terminar, observemos que los demonios juegan un papel muy activo en el nacimiento y desarrollo de la cenodoxia. Todo lo que está acompañado de vanagloria viene del demonio, enseña s. Juan de Gaza. Y s. Barsanufio afirma que los demonios favorecen esta pasión con el fin de hacer perecer al alma. Si no la introducen, en todo caso aprovechan de su nacimiento o de su presencia en el alma para entregarse por ella a su actividad destructora. «Sobre todo, los demonios aprovechan el amor de la gloria como ocasión de su propia malicia; ellos saltan por (la vanagloria) al alma como por una ventana oscura y la saquean» escribe s. Diadoco de Foticé. Quien acepta en sí esta pasión cumple la voluntad del diablo para volverse finalmente su esclavo y juguete. «Quien ama el ser glorificado por los hombres (…) entrega su alma a sus enemigos, y estos la entregan a muchos males que se apoderan de ella» observa Abba Isaías.