Elixir de Vida

ALIMENTO — ELIXIR DE VIDA

VIDE: Vaso do Haoma

Henry Corbin: Corpo Espiritual e Terra Celeste

En Eran-Vej se encuentra la montaña Hukairya (la muy elevada Hugar), la montaña que está a la altura de las estrellas y desde donde se precipita el caudal de las Aguas celestes de Ardvi Sura Anahita “la Elevada, la Soberana, la Inmaculada”, caudal “que posee un Xvarnah tan grande como todo el resto de las Aguas que discurren sobre la Tierra”. Allí es donde se sitúa la morada terrenal de la diosa de las Aguas celestes. Entonces aparece como la fuente paradisíaca del Agua de la Vida. En esta fuente o en sus orillas crecen las plantas y los árboles maravillosos, y sobre todo el Haoma blanco (el árbol Gaokarena) : “El que come su fruto se vuelve inmortal” . Por ello, en el momento de la Transfiguración final será la bebida de la inmortalidad. Junto al Haoma blanco crece el árbol de todos los remedios “en el que están depositadas las semillas de todas las plantas”. De la diosa o ángel femenino Ardvi Sura depende la fecundidad de todos los seres bajo todas sus formas. No obstante, no es en absoluto la Terra Mater como Cibeles, por ejemplo, sino que es más bien una Virgen de las aguas, pura, casta, inmaculada, parecida a la Artemisa de los griegos.


Ananda Coomaraswamy: O SACRIFICADO

Un aviso explícito de que el Elixir de Vida no es una medicina física de ningún tipo; de la misma manera que la fons vitae no se encontrará fuera de nosotros mismos. Cf. [wiki base=”en”]Aitareya Brahmana[/wiki] II.14, «…la oblación de [wiki base=”en”]Soma[/wiki] es una oblación de ambrosía. Estas oblaciones son incorporales (es decir, invisibles e intangibles); es con esas oblaciones que son incorporales como el sacrificador gana la inmortalidad».

ÁRVORE INVERTIDA

El problema se presenta nuevamente en conexión con el Soma como Árbol de la Vida. Pues «del néctar inmortal ocultado en el cielo» (divi… amrtam nigülham, Rg Veda Samhita VI.44.23-24), de «eso que los Brahmanes conocen como Soma , nadie bebe sobre la tierra» (Rg Veda Samhita X.85.3-4), sino, al contrario, sólo de diferentes substitutos, notablemente el nyagrodha (pippal): en Aitareya Brahmana VII.31, «El nyagrodha es metafísicamente (paroksam) el Rey Soma; y metafísicamente (transubstancialmente) el Poder temporal (ksatriya) accede a la forma del Poder Espiritual (brahmano rüpam upanigacchati) por medio del sacerdote, la iniciación y la invitación»; similarmente Kausitaki Brãhmana XII.5, donde el Sacrificador (si se trata de un sacerdote) participa del Soma «mentalmente, visualmente, auditivamente», etc., y «así come de aquel Soma, es decir, el rey, el discernidor, la luna, el alimento, aquel alimento que los Devas comen». Así pues, tenemos que tratar con un Soma de allí arriba, y otro «Soma» de aquí abajo; en el primero se participa sólo transubstancialmente.

La tradición Avéstica también tiene conocimiento de dos árboles Haoma, uno blanco y otro amarillo, uno celestial y otro terrenal; los textos pertinentes se recogen en W. H. Ward, Seal Cylinders of Western Asia (Washington, D.C., 1910) págs. 232-236. El Gokart o Gaokarena, el Haoma Blanco, surgido del medio del mar Vouro-kash, donde brotó el primer día, es el Árbol del Águila solar (soena o simurgh, que corresponde al indio syena, ganida o suparna); a veces se confunde y otras se distingue del «Árbol de Todas las Semillas» que crece junto a él (aquí no hay ningún indicio de una inversión), cuyas semillas, descendidas con la lluvia, son los gérmenes de todas las cosas vivas. La noción de un «Árbol de Todas las Semillas» corresponde a la concepción india del Árbol o el Pilar como una única forma a la cual son inherentes todos los demás principios (Rg Veda Samhitã X.82.6; Atharva Veda Samhitã X.7.38, etc.). Igualmente, en la antigua tradición Semítica, a saber, en Génesis 3, se hace una distinción entre dos Árboles, respectivamente el del «Conocimiento del Bien y del Mal», y el de la «Vida»; una vez que el hombre ha comido del primero, es arrojado fuera del Jardín del Edén, cuya puerta la defiende contra él un Querubín y una «espada flamígera que se vuelve en todas las direcciones, para guardar la vía del Árbol de la Vida». Estos dos Árboles están «en medio del jardín» (Génesis 2:9), lo que equivale a decir «en el ombligo de la tierra». Se siente la tentación de preguntar si estos Árboles no son en realidad uno sólo, un Árbol de la vida para aquellos que no comen de sus frutos y un árbol de vida-y-muerte para aquellos que sí comen; de la misma manera que en Rg Veda Samhitã I.164.20, el Árbol es uno (samãnam vrksam), y de las Águilas hay una que es omnividente, y otra que «come del fruto» (pippalam atti). Las palabras del verso 22, «sobre su cima, dicen, el higo es dulce; nadie que no conoce al Padre lo alcanza», implican (lo que es explícito en otras partes en conexión con los ritos de escalada) que toda la diferencia entre la vida-y-muerte, por una parte, y la Vida Eterna, por otra, puede expresarse en los términos de la comida de los frutos de las ramas más bajas, y del fruto que es sólo para el Comprehensor que alcanza la «cima del árbol».