Corpo de Fogo

CORPOS — CORPO DE FOGO

René Guénon: O HOMEM E SEU DEVIR SEGUNDO O VEDANTA

Esta forma sutil ( donde reside después de la muerte el ser que permanece así en el estado individual humano ) es ( por comparación con la forma corporal o grosera ) imperceptible a los sentidos en cuanto a sus dimensiones ( es decir, porque está fuera de la condición espacial ) e igualmente en cuanto a su consistencia ( o a su substancia propia, que no está constituida por una combinación de los elementos corporales ); por consiguiente, ella no afecta a la percepción ( o a las facultades externas ) de aquellos que están presentes cuando se separa del cuerpo ( después de que el “alma viva” se ha retirado de él ). Tampoco es alcanzada por la combustión u otros tratamientos que sufra el cuerpo después de la muerte ( que es el resultado de esta separación, por el hecho de la cual ninguna acción de orden sensible puede ya tener repercusión sobre esta forma sutil, ni sobre la consciencia individual que, al permanecer ligada a ésta, ya no tiene ninguna relación con el cuerpo ). Es sensible solo por su calor animador ( su cualidad propia en tanto que se asimila al principio ígneo )1 mientras habita con la forma grosera, que deviene fría ( y por consiguiente inerte en tanto que conjunto orgánico ) en la muerte, desde que la ha abandonado ( mientras que las demás cualidades sensibles de esta forma corporal subsisten todavía sin cambio aparente ), y que era calentada ( y vivificada ) por ella mientras hacía de ella su morada ( puesto que es en la forma sutil donde reside propiamente el principio de la vida individual, de suerte que es solo por comunicación de sus propiedades por lo que el cuerpo puede decirse también vivo, en razón del lazo que existe entre estas dos formas en tanto que son la expresión de estados del mismo ser, es decir, precisamente hasta el instante mismo de la muerte ).

  1. Como lo hemos indicado más atrás, este calor animador, representado como un fuego interno, se identifica a veces a Vaishwanara, considerado en este caso, ya no como la primera de las condiciones de atman de las que hemos hablado, sino como el “Regente del Fuego”, así como lo veremos todavía más adelante; Vaishwanara es entonces uno de los nombres de Agni, de quien designa una función y un aspecto particulares.[]