Vinda de Cristo [AOCG]

Antonio OrbeCristologia Gnóstica

Capítulo 9.— Alguns fins da vinda de Cristo

  • 1. Discernimento
  • 2. Magistério
  • 3. Congregar o disperso
  • 4. Atração
  • 5. Contra o pecado de Adão?
  • 6. Debelar a morte
  • 7. Filiação divina do homem
  • 8. Conclusão

    En anteriores páginas adquirió luz la vertiente cósmica. Al Cristo «tricórpore» predefiníale, en gran parte, la división del universo. El cosmos presentábase violento, entre gemidos, con deseos de liberación.

Había mucho de pensamiento gentil. La sotería interesaba a las esencias naturales, con un sesgo estoico extraño al espíritu del NT. En la línea del horizonte destacaba, sin embargo, la necesidad del mediador Cristo. E introducíase la temática, ajena al paganismo, vinculada a la compleja figura del Salvador.

Estudiemos ahora las fórmulas de mayor colorido evangélico empleadas por la gnosis para esclarecer el fin de su aparición entre los hombres.

Son muchas, como los aspectos positivamente diseminados a lo largo de la Escritura. Compatibles entre sí, tanto como con la abigarrada perspectiva del mundo. La sotería del universo — en última instancia — compendiábase en la del hombre. Salvado éste, se logra el fin de la aparición del Hijo. Limitar ahora el examen a la misión de Jesús dentro de las fronteras de la exégesis neotestamentaria, no equivale a sacrificar elementos. El tema gana en hondura y seguridad con arreglo a la firmeza de nuevas coordenadas.

La síntesis fluirá espontánea.

Conviene, sin embargo, advertir una cosa elemental entre gnós — ticosl Los misterios de la vida terrena de Jesús tienen estrechísima unidad. El Hijo de Dios vino a cumplir en el mundo lo que literariamente se asigna, a veces, al Cristo del Jordán. Y sería erróneo separar designios, distinguir personas, por sólo el relieve otorgado a su aparición en tal o cual coyuntura.

En muchos aspectos concuerdan gnósticos y eclesiásticos. Las más de las veces, con armonía equívoca. Habiendo diferencias capitales en nociones como «dios», «cristo», «espíritu», «hombre», la concordia real es imposible.