ESCRITURAS — TRADIÇÃO ESCRITA E ORAL
VIDE: LIVROS; DITOS
C. del Tilo: Excertos de LA PUERTA
Toda tradición autentica tiene dos aspectos y la hebrea no constituye una excepción:
1. El primer aspecto es la tradición escrita, constituida por el libro sagrado, el texto mismo con sus letras; según dicen los hebreos, la Tora)) (o los cinco libros de ((Moisés) se componía originariamente de una sucesión de consonantes sin vocalización, ni division por capítulos. Es la Palabra muda, sin pronunciar, encerrada en la letra, como una piedra seca, es el “Libro cerrado”.
2. El otró aspecto es la tradición oral: el “Libro abierto”. Las vocales que se unen con las consonantes, permitiendo la pronunciación, son como el espíritu que viene a vivificar el texto.
Este aspecto de la tradición se compone de los comentários orales de los Maestros que, suce-sivamente en la historia, han ido experimentando la Verdad del Libro (una vez consignados por escrito, estos comentários vuelven a ser, en cierto modo, la tradición escrita).
Los hebreos llaman a estos Maestros de la Palabra: los “Maestros de la boca” (v. Mestres da Verdade). Es la tradición viva encarnada. Sólo ellos, los cabalistas, pueden comentar válidamente la Escritura, pues han encontrado de nuevo su verdadero “Sentido” y lo pueden transmitir. Es la palabra regenerada y regeneradora.
Cuando se interrumpe esta transmisión, la tradición en su forma oral desaparece, volviendo a ocultarse en la letra, en las imágenes y los ritos; ya no hay entonces nadie para explicaria a los hombres. Estos dos aspectos de la tradición no deben ser nunca separados.
Asi pues, todos los verdaderos Maestros de la Tradición Oral son Cabalistas.
Abraham Ibn Ezra, en su introducción a la Tora escribe que el origen de la Tora escrita, es decir, del texto escrito por Moisés, es la Tradición oral. Esta pues, la Cábala oral, es anterior a Moisés y procede de los Patriarcas.
El libro del Génesis nos cuenta que “Abraham fue el primero que la recibió directamente de Dios” (pero según la Tradición, se remonta hasta la época de Adán y su hijo Set).
Así se hizo la Alianza entre Dios y Abraham: oralmente, no a través de un escrito.
Los Maestros explican que El Santo Bendito Sea (la apelación habitual que los rabinos dan a Dios), sabia que el pueblo judio tendría que marchar al exilio entre las naciones, y que querrían traducir su libro sagrado. Por ello no fundó su alianza sobre un escrito, sino sobre una Palabra. Y en efecto, las naciones han traducido los libros judios, pero sin poseer esta Tora oral y en consecuencia, sin poseer el sentido real. De este modo, los que poseen esta Palabra la transmiten oralmente y son considerados descendientes de Abraham.