Esta virtud pasiva está hecha de calma, de contentamiento contemplativo, de paciencia; es la calma de aquello que reposa en si mismo, en su propia cualidad; es el generoso descanso, el equilibrio, la armonía; es el reposo en el Ser puro, o en Dios (Hesykia). Abbé Henri Stéphane: NOTA SOBRE LA ORACIÓN