Mordomo Infiel [MNM]

Maurice NicollA FLECHA NO ALVO

A PARÁBOLA DO MORDOMO INFIEL

Esta parábola trata de un hombre que fracasa y de la dirección que sigue cuando fracasa. Se da inmediatamente después de la parábola general del hijo pródigo, la cual muestra a un hombre que ‘vuelve en sí’ y ‘retorna’ (metanoia). Pero este retorno se representa sólo en principio. El hijo pródigo despierta y retorna y su padre lo ve de lejos y le da la bienvenida. Mas nada dice acerca de las dificultades que ofrece tal retorno. Muestra únicamente el triunfo y el consiguiente regocijo que produce el encuentro de lo perdido y de lo que estaba muerto y ha revivido. La parábola del mayordomo infiel es acerca de un hombre que falla y que, en seguida, obra de modo que se le alaba. Se considera la parábola más difícil y compleja de todas. Dice así: Lc XVI:1-13.

Como puede verse en los comentarios que hace Jesús, trata acerca de las riquezas de verdad, y de lo que es lo propio, en contraste con las riquezas de maldad y lo que es ajeno. ‘Y si en lo ajeno no fuisteis fieles, ¿quién os confiará lo vuestro?’ Como ya se ha dicho, se diferencia de la parábola del hijo pródigo en que trata del fracaso y cómo se puede hacerle frente. El mayordomo falla a su señor, el hombre rico, pero concibe un plan notable y lo realiza y su señor le alaba, y lo alaba Cristo: ‘alabó el señor al mayordomo por haber hecho discretamente; porque los hijos de este siglo son en su generación más sagaces que los hijos de luz. Y yo os digo: ‘haceos amigos de las riquezas de maldad, para que cuando faltareis os reciban en las moradas eternas.’

El mayordomo ha faltado. ¿En qué sentido? Según la interpretación, ha faltado como custodio de las riquezas de verdad. Pero la parábola y la interpretación tratan de un hombre que en tales circunstancias logra rehacerse. No dice directamente que como resultado de esto volverá a ser mayordomo de las riquezas de verdad. Pero, a juzgar por los comentarios que hace Cristo, parece muy probable. Dice que a menos que el hombre sea fiel en lo muy poco, no podrá serlo en lo que es más. ‘En lo muy poco’ equivale a las riquezas de maldad, a Mammón. Comparadas con las riquezas de verdad, las de maldad, y su verdad correspondiente, ‘son muy poco’. Pero, a menos que el hombre consiga ser fiel a estas riquezas de maldad, no podrá esperar tenerlas de verdad, ni lo que le es propio. Tomemos nota de la palabra ‘fiel’, que tiene conexión con todo él sentido de ‘fe’ en los Evangelios. Ya hemos tratado acerca de la fe. Pero en esta parábola no quiere decir la eficiencia práctica, y no trata de eso. Aun en su sentido más burdo y mundano, implica una confianza y una creencia que están por encima de lo evidente. En la vida ordinaria se considera que un hombre es fiel, asociando la fe a la tentación; o sea, cuando se ve tentado a no creer en lo que hace y así no conserva su confianza; de modo que por mayordomo fiel la mayoría entiende que se trata d« quien continúa sirviendo aun en circunstancias difíciles, e incluso yendo contra sus propias intereses.

Se dice del mayordomo que obró discretamente. La versión griega emplea la palabra phronimos, Y es importante que se la entienda. Significa poseer presencia de ánimo, ser avisado, tener discernimiento práctico y ser rápido para obrar inteligentemente. En la parábola de las diez vírgenes se expresa que cinco eran phronimoi (la traducción castellana dice discretas) y cinco eran morai. La palabra phronimos se da muy a menudo en los Evangelios, y siempre con un sentido esencialmente importante. En Mateo, XXIV, se emplea aludiendo a un siervo (en la versión castellana aparece el término ‘prudente’) que ha de velar, mantenerse despierto, para que no roben la casa de su señor. ‘¿Quién pues es el siervo fiel (pistos) y prudente al cual puso su señor sobre su familia… ?, etc.’

La palabra griega sophos, que a menudo se da como sabio, prudente, etc., tiene un significado distinto, como cuando Jesús dice: ‘Yo te alabo, Oh Padre, señor del cielo y de la tierra, que escondiste estas cosas a los sabios y entendidos, y las has revelado a los pequeños’. (Lucas, X, 21) En la versión griega el término que se emplea para ‘sabios’ es sophos y resulta evidente que ‘sabios’ no está bien usado y conduce a graves errores.

Phronimos es una palabra que se usa en los Evangelios de un modo muy especial, y que se refiere a una cualidad que las gentes que quieren seguir la enseñanza de Cristo han de tener. Se destaca esto con claridad en la parábola del hombre que edifica su casa sobre la peña y el que la edifica sobre arena. Jesús dice (Mateo, VII, 24): “Cualquiera pues que me oye estas palabras y las hace, le compararé a un hombre prudente (en griego, phronimos, que edificó su casa sobre la peña y descendió la lluvia y vinieron rios, y soplaron vientos y combatieron aquella casa y no cayó…’ Aquí phronimos es prudente y en la parábola del mayordomo infiel es discreto. En el original griego ambos son phronimos. Con este y otros muchos ejemplos que podrían atarse nos es posible ver que se trata de algo técnico y de la mayor importancia en el lenguaje que Jesús emplea. Indica una elevada cualidad en el mayordomo, y que se hace manifiesta en el momento preciso y de un modo cierto, correcto. El mayordomo obró de un modo conscientemente inteligente. Obró de una manera consciente. Muchos comentaristas afirman que la palabra sólo quiere decir prudente, pero significa muchísimo más.