Marcion — AMIGO IMPORTUNO
Excertos de Antonio Orbe, Parábolas Evangélicas em São Irineu
Marción — según apuntaba Ireneo — hizo uso de la noticia lucana. Lo confirma San Epifanio1, y, antes que él, con relativa amplitud, Tertuliano2.
El africano permite reconstruir a contrario la exégesis de Marción. La parábola exalta la benignidad del Dios (del NT), a quien, como inaccesible a la ira, recomienda acudir sin escrúpulo de tiempo. Dirigíase también contra el dios (del AT). Para el nuevo Dios todos son amigos; no así para el antiguo.
La «media noche» (Lc 11,5) indicaba la plenitud de los tiempos. Hebraicamente tarde («sero»); luego que pasaron los días de Yahvé.
El que llama a la puerta — siempre a juzgar por las noticias tertulianeas — simbolizaba a las «nationes», los gentiles, en oposición a los judíos, los cuales nunca habían pulsado a la puerta del Dios bueno, y sí únicamente a la de su dios Yahvé.
He aquí, según eso, la exégesis marcionítica de Lc 11,5-8: los gentiles, hambrientos del pan celeste (resp. el conocimiento trinitario), origen de la verdadera vida, acuden al Dios bueno. Ha tenido que venir la plenitud de los tiempos — «a media noche» — para presentarse de golpe, llovido del cielo, el Hijo de Dios. Animados por él las gentes, no tienen reparo en llamar con insistencia a las puertas del Padre. El verdadero Dios no se molesta, como Yahvé, ante la actitud de quienes hasta ahora le ignoraban. ¿Cuentan acaso los méritos ante él ?
NOTAS
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