PHILOKALIA-TERMOS — MNEME THEOU = LEMBRANÇA DE DEUS, LEMBRANÇA DE SI, RECORDAÇÃO DE DEUS, RECORDAÇÃO DE SI, DHIKR, REMEMORAÇÃO
Evangelho de Jesus
Em verdade vos digo que, onde quer que este evangelho for pregado em todo o mundo, também será referido o que ela fez, para ===memória=== (mnemosynon) sua. (Mt 26:13)
Em verdade vos digo que, em todas as partes do mundo onde este evangelho for pregado, também o que ela fez será contado para sua ===memória=== (mnemosynon). (Mc 14:9)
O qual, fixando os olhos nele, e muito atemorizado, disse: Que é, Senhor? E disse-lhe: As tuas orações e as tuas esmolas têm subido para ===memória=== (mnemosynon) diante de Deus; (At 10:4)
Lembra-te de que ===(lembre-se = mnemoneuo)=== Jesus Cristo, que é da descendência de Davi, ressuscitou dentre os mortos, segundo o meu evangelho; (2Tim 2:8)
Mas também eu procurarei em toda a ocasião que depois da minha morte tenhais ===lembrança=== (mneme) destas coisas. (2Pe 1:15)
RECUERDO (mneme): la doctrina del recuerdo de Dios se remonta a san Basilio, de la cual nos habla repetidamente en su libro Obras Ascéticas, definiendo como “deber” del cristiano que come el pan y bebe del cáliz del Señor, custodiar incesantemente la memoria de Aquel que ha muerto y resurgido por nosotros. El recuerdo de Dios, impreso como un sello indeleble en la memoria, se opone a las agresiones de los pensamientos e impide los males provenientes del olvido. El recuerdo de Dios es lo opuesto a cualquier posibilidad de auto contemplación, por la cual nos mantenemos ajenos a nuestros semejantes, es lo opuesto a toda tristeza malsana, a todo cansancio y envilecimiento. Toda obra de la sobriedad tiende a permitirnos permanecer en tal recuerdo y, por consiguiente, en la oración continua.
Versão inglesa
Não apenas o apelo da mente por Deus, mas o estado de recolhimento ou concentração no qual a atenção está centrada em Deus. Deste modo, está em oposição ao estado de auto-indulgência e insensitividade.
Oração de Jesus e Dhikr
[wiki base=”en”]Jean-Louis Michon[/wiki]: Michon Recordar Deus
Gurdjieff: Lembrança de si mesmo
Perenialistas: Perenialistas Recordar Deus
Henry Corbin – Corbin Homem Luz
El dhikr, como técnica espiritual, asume una función esencial. La energía espiritual liberada por el dhikr es la que permite el ascenso y la salida fuera del pozo; el tema vuelve con la insistencia ya señalada. Las etapas de este ascenso se acompañan de fotismos coloreados que anuncian el crecimiento de los órganos o centros sutiles del hombre de luz, arrastrado por la luz verde sobrenatural que resplandece en la abertura del pozo. Al término de este ascenso, se multiplican los fenómenos de luz en los que se anuncia la reunión con el testigo celestial, el polo. Toda la doctrina de Najm Kobrâ ejemplifica de forma óptima el arquetipo de la particular iniciación individual del sufismo.
De todas las prácticas espirituales — meditación de las sentencias del Profeta y de las tradiciones del sufismo, recitación meditada del Qorân, oración ritual, etc. — el dhikr (zekr) es el medio más apropiado para liberar la energía espiritual, es decir, para permitir que la partícula de luz divina que se encuentra en el místico se una a su semejante. El dhikr, tiene el privilegio de no estar ligado a ningún horario ritual; no conoce más limitación que la capacidad personal del místico. Es imposible tratar de los fotismos coloreados sin conocer el ejercicio espiritual que está en su origen. Todo ocurre, claro está, en la ghayba, el mundo suprasensible; es de fisiología del hombre de luz de lo que aquí se trata. Najm Kobrâ se ha dedicado a describir el caso y las circunstancias en que el propio fuego del dhikr se convierte en objeto de la apercepción mística. Al contrario que el fuego del demonio, que es un fuego tenebroso cuya visión se acompaña de angustia y de un sentimiento de abrumadora pesantez, el fuego del dhikr, es visualizado como un resplandor ardiente y puro, animado por un movimiento ascendente y rápido (§ 8). Ante su visión, el místico experimenta un sentimiento de ligereza interior, de expansión, de sosiego íntimo. Es un fuego que, como príncipe soberano, penetra en la morada proclamando: «Yo sólo, y nadie más que yo». Todo lo que encuentra en ella de materia combustible, lo quema. Si encuentra tiniebla, la ilumina; si encuentra luz, las dos luces se asocian, y es luz sobre luz (§§ 9-10).