Gnose Mitos Termos

GNOSTICISMO — MITOS, TERMOS E NOÇÕES

(Excertos de Francisco García Bazan, GNOSIS)

Pero este conocimiento o experiencia específica del gnóstico que es la gnosis, la que le permite captar en profundidad el sentido total de la realidad, él la debe o tiene que expresar; pero debido a la alta y novedosa calidad de la experiencia espiritual que le inspira y que pone en actividad a sus facultades anímicas que son inferiores, se siente forzado a echar mano de cuantos elementos le puedan ser eficaces para poder manifestar con nitidez su insólita percepción religiosa. Bien, de este carácter inédito participan los ritos y la conducta religiosa del gnóstico, pero sobre todo se hacen patentes sus esfuerzos revolucionarios en el lenguaje doctrinal que emplea, y que es el que aquí nos ocupa, encerrando dos elementos simultáneos y que no se oponen, sino que son complementarios entre sí, a saber, el mito y el discurso. El primero de ellos tiende a ofrecer en un simbolismo apretado, un significado que tiene que ver con una experiencia que supera a cuanto el discurso pueda decir, puesto que éste es una débil y desarrollada imagen suya y la empobrece; pero el segundo, no por lo dicho es inútil, sino que tiende a aclarar y a determinar, y elude así los errores a que podría conducir la interpretación literal del mito, al par que lo legitima filosófica y teológicamente. De esta manera, como sujetos eminentemente especulativos, los gnósticos ponen en juego los dos recursos lingüísticos que son propios del nivel doctrinal de las religiones, con los que intentan tanto sugerir una experiencia que escapa a la expresión (por medio del simbolismo), como mantenerse fieles a cuantas exigencias pueda solicitar la razón (a través del lenguaje demostrativo). Naturalmente, con independencia de la idoneidad espontánea del gnóstico para ser capaz de adoptar estos dos niveles del lenguaje doctrinal religioso, se revela también en ellos una filosofía del lenguaje implícita de orientación ontológica, que en estos siglos era herencia común tanto del helenismo como del judaismo intertestamentario, pero cuyo desarrollo explícito en escuelas y documentos gnósticos dejamos para otra ocasión.

Es cierto también, que no siempre las figuras míticas conservan en el relato gnóstico su fuerza simbólica, sino que en oportunidades se degradan en alegorías, como así también que el gnosticismo ha tomado múltiples elementos míticos, mitológicos, mágicos y discursivos de otros universos espirituales, para elaborar su doctrina; pero todo ello se encuentra engarzado en torno a unas cuantas intuiciones centrales que son, en realidad, los puntos fijos sobre los que se articula la estructura de sus varias exposiciones. Estos puntos son constantes y son los que constituyen el esquema gnóstico fundamental o el mito gnóstico, ya que se trata de un modo de exposición que tiende más a sugerir y a invitar a repetir una experiencia religiosa de naturaleza inexpresable, que a fijar sistemáticamente una doctrina.

Las constantes del mito gnóstico, bien sean particulares o generales, son éstas: 1° a) Divinidad Suprema; b) Pleroma; c) caída pleromática; d) demiurgo; e) pneuma en el mundo; e) Salvador; f) dualismo y g) retorno. 2° Régimen emanativo.

Si bien estos caracteres tienen una naturaleza propia, no poseen un carácter absoluto, sino relativo, de modo que sistemáticamente se reclaman entre sí y, por esta razón, la ausencia de alguno de ellos puede revelarse por la presencia de los demás.


MITOS E TERMOS: GNOSE E SEUS TERMOS CHAVES; MITOS GNÓSTICOS