Mamom [FGB]

Francisco García Bazán — RICOS E POBRES
Excertos de “RICOS Y POBRES; LAS GRATIFICACIONES DEL INJUSTO MAMMON El Testimonio de la Verdad (CNH IX, 3, 68.3-4)”, em REVISTA BÍBLICA Año 57 — 1995 Págs. 29-39

Dentro del contexto histórico señalado el escrito se hace algunas preguntas claves, y así interroga:

Y ¿Qué es el plan cósmico (oikonomía)?,
¿Por qué algunos son
lisiados, y otros
[ciegos]…
… y algunos
ricos, pero otros
pobres? (42.7-14).

Se trata de preguntas que hace el gnóstico, que son comunes con las inquietudes cristianas en torno a la teodicea y que el autor del escrito aclarará respondiéndolas con las tesis que aporta el conocimiento del Hijo del Hombre (40.23-25), una conciencia que es propia de los que pertenecen a la “generación (genea) del Hijo del Hombre” (68.10-11), que procede de la inmortalidad.1

Por ese motivo se sostiene que entre los que no lo han conocido y tampoco pertenecen a esa raza, están los que:

Son arrastra[dos]
en cualquier dirección gratificados (hedánein) por el injusto (ádikos) Mammón.
Prestan dinero [a inte]rés; dilapidan el tiempo (diatríbein) y no trabajan. Pero [el que] es [pa]
dre de Mammón es
padre de la unión de los sexos (synousia) (68.2-8).

En primer lugar, la expresión: “son arrastra[dos] en cualquier dirección gratificados por el injusto Mammón”, es un lenguaje común con El “Pastor” de Hermas, Comp. 2. 5, que dice: “El rico tiene, sí, mucho dinero (chrémata pollá), pero en lo que atañe al [31] Señor es un mendigo, traído y llevado como anda (perispómenos) por su riqueza”. Ploutos (riqueza), reemplaza en el escrito subapostólico bajo un modo abstracto de expresión a la frase evangélica “Mammón de injusticia”, o simplemente, Mammón (Lc 16.9 y Mt 6.24), interpretación por el sentido que proseguirán los intérpretes eclesiásticos y a los que apoyará el esfuerzo de exégesis de Ireneo de Lyón, como enseguida veremos.

El pasaje gnóstico hecho explicito dice que el demiurgo es tanto responsable de la unión fecunda de los sexos y de sus formas abusivas alimentadas por la concupiscencia (epithymía), que con el fomento de la generación colabora al sostenimiento del mundo corruptible,2 como de la existencia de la acumulación de bienes materiales que constituyen adquisiciones engañosas o un patrimonio ilusorio, actitud y actividad esta última consecuencia también del deseo desenfrenado y que es inspirada por uno de sus arcontes, Mammón, el “falso señor”, como todavía recuerda Cromacio de Aquileia casi dos siglos después, al que sus adeptos le otorgan el carácter de señor gratuitamente, porque el título se lo obsequian los seres humanos que a él se someten (Serm. VI, 34,5), Pero la actividad de acopio de bienes de los hílicos o materiales, no es contrarrestada por la de los psíquicos o eclesiásticos, sino ratificada y continuada por ellos cuando reciben los bienes que los primeros les entregan, les sacan producto por el préstamo,3 y se someten religiosamente al demiurgo mediante su predicación, su culto y sus limosnas a los necesitados. Incluso se engañan, pero también engañan justificando racionalmente este comportamiento, que lleva [32] a trabar el desarrollo natural del tiempo escatológico ya iniciado4 y desorientan la conducta del pobre en su marco, ya que “riqueza y pobreza vienen de Dios” (I Cl LIX,3; “Pastor” de Hermas, Comp. 2,7), o sea, del plan del demiurgo ignorante del sentido superior que lo gobierna, la liberación de los espirituales o pneumáticos.

El capital entendido como amontonamiento de recursos económicos y la distribución de bienes mediada por la colecta, son considerados actos de inspiración demiúrgica que ejecutan los eclesiásticos, están neciamente al servicio de la ineluctable corrupción cósmica y, sin embargo, bajo un barniz de racionalidad, con explicaciones y exégesis que se subordinan al mundo, pretenden lo imposible, hacer incorruptible lo mortal, colocándose al servicio del engaño demiúrgico, y con el inútil empeño de querer hacer permanecer la imagen ilusoria, surgida de la nada y que volverá a la nada.5

Gentiles y cristianos de la gran Iglesia, por lo tanto, caen bajo los golpes de la misma crítica, porque realmente no son capaces de ser indiferentes ante el mundo y su connatural inestabilidad, conociéndose que se está en el mundo, pero no se es de él, puesto que, como dice lapidariamente el texto, en las líneas primeras que le dan sentido englobante:

Hablaré a quienes saben
oír no con los oídos
del cuerpo, sino con los oídos
del corazón. Porque muchos han bus[ca]-
do la verdad (alétheia) y no han
podido encontrarla, ya q[ue]
se ha apoderado de ellos [la]
levadura vieja de los farise[os]
y de los escribas (grammateos) [de]
la Ley (nomos)… Los fariseos
empero, y escribas
son quienes pertenecen a los arcontes
que tienen poder (exousia) [sobre ellos].
Porque ninguno que está bojo
la Ley podrá respetar
[33] la verdad, no podrán
efectivamente, servir a dos señores (29.6-25)

Se comprueba que el redactor gnóstico tiene en cuenta, para autorizar su interpretación el pasaje de Lc que sigue a la parábola del administrador infiel: “Yo os digo: ‘Haceos amigos de las riquezas injustas (ek tou mamoná tes adikías), para que, cuando lleguen a faltar, os reciban en las eternas moradas (eis tas aionious skenas)… Si no fuisteis fieles en las riquezas injustas (en to adikó mamoná) ¿Quién os confiará las verdaderas (to alethinón)… Ningún criado (oiketes) puede servir (doulein) a dos señores, porque aborrecerá a uno y amará al otro; o bien se entregará a uno y despreciará al otro. No podéis servir a Dios y al Dinero (theó doulein kai mamoná)” (16.9-13).

“Mammón tes adikias” es la traducción de “mamón sel seger” (posesión mentirosa) que los rabinos oponen a “mammón sel emet’ (posesión veraz): en este sentido dice el Eclesiástico 42,9: “Una hija es para un padre un tesoro ilusorio”, y la confirmación del sentido gnóstico de aquí derivada la registra Pistis Sophia III, 130 con su propio colorido: “María de nuevo respondió y dijo: ‘Señor, esta es la palabra que una vez nos dijiste en una parábola, al expresar: “haceos amigos del Mammón de injusticia, para que cuando quedéis atrás os haga entrar en las moradas eternas”. ¿Quién, por lo tanto, es el Mammón de injusticia, sino el dragón de las tinieblas exteriores? Esta es la palabra, el que llegue a entender el misterio de uno de los nombres del dragón de las tinieblas exteriores, si queda rezagado en las tinieblas externas o si completa los ciclos de los cambios y dice el nombre del dragón, se salvará, abandonará la oscuridad y entrará en la luz del Tesoro”.


  1. Brevemente. El Hijo del Hombre no procede del mundo, sino de la inmortalidad y así es incontaminado. Por ese motivo se manifestó por encima del Jordán, que es el poder corporal y el placer sensible. Juan el Bautista pudo dar testimonio de que el poder inmortal descendió en la forma visible de Jesús. Esta irrupción de lo inmortal en el reino de la generación y de la muerte es lo que claramente revela el Hijo del Hombre y lo que trasmite la Palabra verdadera (cf. 29.6-31.22). 

  2. Cf. 67.3-31: “Es conveniente. [sin embargo] (de), que sean incontaminados [para] que puedan [mostrar] a todos, que [son de] la ge[neración del] Hijo del Hombre, puesto que sobre [ellos] el Salvador (soter) da test[im]onio (de) [los que son] de [la] semilla (sperma) [de Adán] se revelan por sus ac[ciones] (praxis) que son [su obra] (ergon). No han abandonado [el de]se[o] (epithymia) [que es malva]do […]. Pero (allá) algunos [. .] los perros […] los ángeles (ángelos) porque (gar) […] que engendran […] vendrán con su […]” (faltan 3 líneas) “[…] mueven como ellos [e]n el día cuando lleguen a engendrar hijos. No sólo (ou monon) esto, sino que (allá) han copulado (koinonein) mientras amamantan”. El deseo demiúrgico de permanencia mediante la multiplicación y acrecentamiento de lo pasajero que los domina, los lleva a tener concúbito hasta en el periodo de la lactancia materna (ver asimismo Clemente de Alejandría. Strom. III, 72.1). 

  3. Ti homet / argyriou dídonai — “dar moneda” + ti mese = “dar dinero a interés”, práctica que acrecienta los bienes explotando el trabajo ajeno. El Evangelio no la condena explícitamente (cf, Mt 25.27: Lc 19,23). 

  4. El sentimiento del ingreso en los tiempos finales y definitivos es un tema común a los diferentes documentos gnósticos, por ejemplo, cf. Pensamiento Trimorfo (CNH XIII) 43.4-44.29 y en nuestro documento 35.6-8: “Cuando el tiempo (chronos) se completó, destruyó al arconte de la oscuridad de ellos”. 

  5. Cf. Tratado Tripartito (CNH I.5), 78.33-79.4: “pero son imágenes (éidolon), sombras e ilusiones (phantasía), faltas de palabra (logos) y de luz, que pertenecen al pensamiento vano, puesto que no son generados por nada. Por este motivo también su fin será como su comienzo (arché): son a partir de lo que no [exis]tió para volver de nuevo a lo que no existirá”.