discípulo

Uno se cree entonces autorizado a pedir no importa que cosa, favores temporales u otros, y uno se extraña de no ser complacido; en particular, se interpreta mal el pasaje precedente de San Juan: «Todo lo que pidáis». Se olvida «en mi nombre», lo cual significa que se trata de una plegaria hecha en nombre de Jesús, dicho de otra manera; aquel que ora lo hace «en tanto que discípulo de Jesús» y continuador de su obra, de su misión ya que, el «nombre» en lenguaje bíblico significa la «misión». Esta plegaria es principalmente la que hace la Iglesia; la eficacia prometida no concerniría por lo tanto más que a la obra redentora y no se aplicaría a cualquier cosa, sin solamente a la santificación de las almas. 312 Abbé Henri Stéphane: REFLEXIONES SOBRE LA ORACIÓN II

Perspectiva centrada en Dios (teocéntrica), ¿la santidad es para nosotros? Es para la gloria de Dios. Nosotros no podemos de ninguna manera considerarnos como santos: Dios solo es Santo («Dios solo es bueno»), pero sin somos puros e irreprochables, gracias al discernimiento de lo mejor, entonces Jesucristo puede colmarnos de los frutos de la Santidad. («Sin mi, no podéis hacer nada»… «Si alguno quiere ser mi discípulo, que renuncie a si mismo»). 1120 Abbé Henri Stéphane: HOMILIA PARA EL VIGESIMO SEGUNDO DOMINGO