A Gnose Cristã
La gnosis es, por así decirlo, un perfeccionamiento del hombre en cuanto hombre, que se realiza plenamente por medio del conocimiento de las cosas divinas, confiriendo en las acciones, en la vida y en el pensar una armonía y coherencia consigo misma y con el Logos divino. Por la gnosis se perfecciona la fe, de suerte que únicamente por ella alcanza el fiel su perfección. Porque la fe es un bien interior, que no investiga acerca de Dios, sino que confiesa su existencia y se adhiere a su realidad. Por esto es necesario que uno, remontándose a partir de esta fe y creciendo en ella por la gracia de Dios, se procure el conocimiento que le sea posible acerca de él. Sin embargo, afirmamos que la gnosis difiere de la sabiduría que se adquiere por la enseñanza: porque, en cuanto algo es gnosis será también ciertamente sabiduría, pero en cuanto algo es sabiduría no por ello será necesariamente gnosis. Porque el nombre de sabiduría se aplica sólo a la que se relaciona con el Verbo explícito (logos prophorikós). Con todo, el no dudar acerca de Dios, sino creer, es el fundamento de la gnosis. Pero Cristo es ambas realidades, el fundamento (la fe) y lo que sobre él se construye (la gnosis): por medio de él es el comienzo y el fin. Los extremos del comienzo y del fin—me refiero a la fe y a la caridad—no son objeto de enseñanza: pero la gnosis es transmitida por tradición, como se entrega un depósito, a los que se han hecho, según la gracia de Dios, dignos de tal enseñanza. Por la gnosis resplandece la dignidad de la caridad «de la luz en luz». En efecto, está escrito: «Al que tiene, se le dará más» (Lc 19, 26): al que tiene fe, se le dará la gnosis; al que tiene la gnosis, se le dará la caridad: al que tiene caridad. se le dará la herencia… (Strom. VII, 10, 55, 1).
La fe es, por así decirlo, como un conocimiento en compendio de las cosas más necesarias, mientras que la gnosis es una explicación sólida y firme de las cosas que se han aceptado por la fe, construida sobre ella por medio de las enseñanzas del Señor. Ella conduce a lo que es infalible y objeto de ciencia. A mi modo de ver, se da una primera conversión salvadora, que es el tránsito del paganismo a la fe, y una segunda conversión, que es el paso de la fe a la gnosis. Cuando esta culmina en la caridad, llega a hacer al que conoce amigo del amigo que es conocido… (Strom. VII, 10, 57, 3).