athletes

Ysabel de Andia

A imagem do cristão “atleta de Deus” constante do Novo Testamento, que como os atletas nos jogos do circo – 2Ti 2:5 – deve vencer para receber a “coroa da vida” – Ap 2:10; Jc 1:12 – ou de “glória” – 1P 5:4 – foi retomada pelos Padres da Philokalia, como por exemplo Inacio de Antióquia: “Seja sóbrio – nepsis – como um atleta de Deus: o prêmio é a incorruptibilidade e a vida eterna, de que estais convencido” – Ad. Pol 2:3 -. Na “Vidas dos coptos de Pachomius” é Atanásio quem recebe o título de “bem-aventurado atleta” que “combateu até a morte pela fé – pistis -“.
(Mystiques d’Orient et d’Occident. Abbaye de Bellefontaine, 1994)


Antonio OrbeCRISTOLOGIA GNÓSTICA

Ya desde antiguo se le dio al Salvador el epíteto de «atleta».

¡Oh auxiliador de los propios siervos en el combate — exclama el apóstol Tomás en súplica a Jesucristo — , que desbaratas al enemigo y lo repeles de nosotros! ¡Oh tú, que peleas en muchos combates a nuestro favor y nos sacas vencedores en todos! ¡Oh verdadero atleta (o alethes athletes) nuestro y nunca vencido (aettetos) ! ¡Oh santo y victorioso capitán nuestro! (Atos de Tomé)

Y en una plegaria a la Sabiduría:

¡Ven tú, que sabes los misterios del elegido! ¡Ven la que participas en todos los combates del generoso Atleta. (Atos de Tomé)

Los mismos Acta Thomae aplican el epíteto «atleta invencible» (athletes… aettetos) a la Santidad personificada. Jámblico, curiosamente, denomina «atletas verdaderos» a los teurgos. Clemente Romano lo refiere a los mártires. San Ignacio emplea tres veces el epíteto, mas no en sentido cristológico.

El alejandrino Clemente tiene por verdadero atleta al mártir y, por derivación, al gnóstico, en la línea de Filón y 4 Macabeos (6,10; 17,11 — 16) 26. Si para el Stromateús nuestra vida es período de lucha, lo mismo para Orígenes, singularmente en tiempo de martirio. El alejandrino otorga a Abrahán y a Moisés el título de «magnus et potens athleta». Y se comprende, por su especialísima relación con Egipto, el palenque de la verdadera lucha. Uno de los tratados de Nag Hammadi se titula El libro de Tomás el atleta (Cód.2 145,17s).

Aquí interesa como epíteto de Cristo. A los lugares citados de Acta Thomae convendría añadir uno sobre Santa Blandina en la relación sobre los mártires de Lyón.

(Era Blandina) pequeña, y débil, y despreciable; (pero) había revestido al magno e invencible atleta Cristo, (y) repetidas veces salió victoriosa del enemigo, y, mediante la lucha, se coronó con la corona de la incorrupción.

Cristo atleta reaparece en San Efrén y otros autores sirios.

Entre los gnósticos, que yo sepa, nunca figura bajo la forma griega o grecizante de atleta. Sí bajo la de agonista (agonistes).