Edgar de Bruyne — Estudos de Estética Medieval
LOS FUNDAMENTOS ONTOLÓGICOS
El fin supremo de toda actividad humana en este mundo es doble; proveer a las necesidades de la vida y restaurar en nosotros la imagen de Dios. “Omnium humanarum actionum ad hunc finem concurrit intentio: ut vel divinae similitudinis imago in nobis restauretur, vel huius vitae necessitudine consulatur”. Para esto es preciso conocer y obrar: a las necesidades de la vida material se subordinan las ciencias profanas y las artes mecánicas, a la restauración de la imagen divina conducen la sabiduría y los actos morales. Y puesto que, en último análisis, la satisfacción de las necesidades conduce a la renovación de la semejanza con Dios, habrá que decir que las ciencias profanas deben acabarse en la sabiduría y las artes mecánicas subordinarse al progreso moral.
Ninguna restauración de la imagen es, pues, posible sin la sabiduría y la virtud. La sabiduría se adquiere en tres etapas: por la filosofía, la teología y la mística. Las tres tienen por objetivo supremo la revelación de lo invisible, es decir de Dios. Ahora bien, dos vías se le ofrecen en este sentido: el orden de la naturaleza, es decir de la razón y de la experiencia sensible y el orden de la revelación, es decir de la gracia y de la fe. “Dúo simulacra erant proposita homini in quibus invisibüia videre potuisset: unum naturae, et unum gratiae”. La naturaleza “significa” lo invisible por su belleza palpable: “significat specie”, la gracia lo “muestra” por la revelación directa de la vida gloriosa: “ostendit gloria”.
Como veremos, la adquisición de la sabiduría en cualquier dominio supone un triple recorrido: el pensar, la meditación y la contemplación. Puesto que la operación humana tiene un doble objeto, el conocimiento y la actividad, y que el conocimiento brota de una doble fuente, una natural y sobrenatural la otra, tanto el pensamiento como la meditación y la contemplación pueden versar, sea sobre la naturaleza, sea sobre el texto de la Escritura, sea finalmente sobre la experiencia moral. “Tria sunt genera meditationum: unum in creaturisj unum in scripturis, unum in moribus. Primum surgit ex admiratione, secundum ex lectione, tertium ex circumspectione”, La admiración de la naturaleza, la lectura de la Biblia y la observación de las costumbres pueden, según Ricardo de San Víctor, estar acompañadas de emociones estéticas. Veamos lo que dice Hugo.
*BELEZA DA SAGRADA ESCRITURA
*BELEZA DA NATUREZA VISÍVEL