ascensión

Esta cuestión implica todavía otro aspecto que es el problema delicado de «hechos sagrados» como la virginidad de María, la resurrección de Cristo, su ascensión gloriosa, etc. Los racionalistas, que, por definición, no creen en lo sobrenatural, se ven reducidos a dar explicaciones lamentables de los Evangelios. Si se mantiene que la resurrección de Cristo es un «hecho histórico» para evitar contemplarla como una ficción, conviene sin embargo no ponerla en el mismo plano que un accidente de coche o la batalla de Austerlitz. 257 Abbé Henri Stéphane: EL SENTIDO DE LO SAGRADO

Al comienzo de esta ascensión «mística», el alma se «dilata» al ritmo de la plegaria vocal: rosario, letanías, recitación de los Salmos, etc. En el segundo grado, el alma medita uno solo versículo, por ejemplo: In manus tuas, Domine, commendo spiritum meum («En tus manos, Señor, pongo mi espíritu» (Oficio de Completas).), entrecortando este «rumiar interior» de «silencios» más o menos prolongados, y armonizando, si se quiere, este ejercicio al ritmo de la respiración corporal, símbolo de la «respiración mística» que es la oración. En el límite de esta ascensión, el alma se establece en el Silencio de la Contemplación perfecta: ha llegado a ser la «lira» perfectamente dócil al Soplo Divino, ejecutando la Perfecta Sinfonía del Silencio Eterno en la Pura Luz de la Contemplación y en la consumación del Amor. 302 Abbé Henri Stéphane: REFLEXIONES SOBRE LA ORACIÓN I

La Patrística se hace echo de esta doctrina, sobre todo en lo que concierne a la inteligencia: « La oración sin distracción es la intelección más alta de la inteligencia»; «La oración es una ascensión de la inteligencia hacia Dios»; «El estado de oración es un habitus impasible que, por una amor de lo supremo, embelesa sobre las cimas intelectuales al intelecto pleno de sabiduría»; «La plegaria es un estado del intelecto, destructor de todos los pensamientos terrestres»; «Aquel que ora en espíritu y en verdad no obtiene de las criaturas las alabanzas que dirige al Creador: es de Dios mismo desde donde él alaba a Dios»; «La salmodia equilibra las pasiones y apacigua la intemperancia del cuerpo; la Oración hace ejercer a la inteligencia su actividad propia»; «La oración es la actividad que encuentra su dignidad de la inteligencia»; «La salmodia revela la sabiduría multiforme; la oración es el preludio de la gnosis inmaterial y uniforme» (Evagiro Pontico, Pequeña Filocalia). 358 Abbé Henri Stéphane: ORACIÓN E INTELIGENCIA

La actividad más elevada de la inteligencia , es la Oración. Según Evagiro Pontico, «la Oración es la actividad en la que encuentra su dignidad la inteligencia; en otros términos, el ejercicio más excelente y el más completo de esta» o también: «La Oración es una ascensión de la inteligencia hacia Dios». 395 Abbé Henri Stéphane: NOTA SOBRE LA ORACIÓN