intelección

Esta «estructura» de la Divinidad, si se puede hablar así, considerada bajo su doble aspecto de «Infinito» y de «Posibilidad universal», debe reflejarse en todos los niveles de la existencia universal que no es, por decirlo así, más que «la apariencia exterior» de la Divinidad. Así, todo ser manifestado, en la medida en que se sitúa en un cierto nivel de existencia (el ser humano por ejemplo), no es más que la apariencia o la manifestación exterior de «su posibilidad principial» –su arquetipo eterno– en Dios. El conjunto de todos los «arquetipos», cuya «totalidad», constituye la Posibilidad universal, representa a nivel de la Divinidad o de lo no-manifestado una «concepción» de la divina Esencia, concepción puramente principial, no manifestada e indiferenciada, que es propiamente el misterio de la Inmaculada Concepción en su intelección más elevada. 57 Abbé Henri Stéphane: SOBRE LA VIRGEN

La Patrística se hace echo de esta doctrina, sobre todo en lo que concierne a la inteligencia: « La oración sin distracción es la intelección más alta de la inteligencia»; «La oración es una ascensión de la inteligencia hacia Dios»; «El estado de oración es un habitus impasible que, por una amor de lo supremo, embelesa sobre las cimas intelectuales al intelecto pleno de sabiduría»; «La plegaria es un estado del intelecto, destructor de todos los pensamientos terrestres»; «Aquel que ora en espíritu y en verdad no obtiene de las criaturas las alabanzas que dirige al Creador: es de Dios mismo desde donde él alaba a Dios»; «La salmodia equilibra las pasiones y apacigua la intemperancia del cuerpo; la Oración hace ejercer a la inteligencia su actividad propia»; «La oración es la actividad que encuentra su dignidad de la inteligencia»; «La salmodia revela la sabiduría multiforme; la oración es el preludio de la gnosis inmaterial y uniforme» (Evagiro Pontico, Pequeña Filocalia). 358 Abbé Henri Stéphane: ORACIÓN E INTELIGENCIA