Egipto

Es evidente que la «colectividad» de que se trata no tiene nada en común con un grupo humano cualquiera, unido solamente por algún lazo natural, por algún interés material o por algunos sentimientos filantrópicos; se trata aquí de la «santa plebe» de Dios, del «pueblo elegido» que ha escapado de las tinieblas de Egipto a través de las aguas del Mar Rojo, y que es el verdadero Israel regenerado por las aguas del bautismo. Extraída así del dominio de Satán, la Asamblea de los Santos aparece como una realidad «única», incomparable, gloriosa e inmaculada: es la única Esposa del Verbo divino. El bautismo, que es la iniciación del neófito, aparece entonces como una «incorporación» que le «injerta» en el Cuerpo Místico, y si la Confirmación es su complemento, la Eucaristía es su acabamiento, su culminación, su asimilación. El fiel deberá entonces perder su individualidad propia realizando en él los rasgos de la Esposa Única, es decir, las virtudes «mariales» o la perfecta virginidad de María, prototipo de la Iglesia. 868 Abbé Henri Stéphane: CONSIDERACIONES SOBRE LA MISA

Esta historia, para los Hebreos, comienza a la salida de Egipto (el Exodo). Se lee en el texto la institución de la Pascua (Exodo XII, 14): «Ese día será para vosotros como un memorial, y lo haréis solemne como una fiesta para YHVH (YHVH, tetragrama sagrado del Nombre inefable de Dios. Los judíos dicen «Adonai» (mi Señor) cuando leen la Biblia. La vocalización Jehová es antigua, pero la de las Biblias modernas (Yave o Yahveh) no tiene ningún sentido.); para todas vuestras generaciones, lo celebrareis como una institución perpetua». Se ve claramente por este texto como hay que entender la palabra memorial: no como un simple recuerdo, sino una institución divina destinada a perpetuar las intervenciones salvadoras de Dios. 905 Abbé Henri Stéphane: EL MISTERIO PASCUAL

En el caso particular de la Pascua, hay que distinguir dos cosas: la comida y el sacrificio. El cordero debe ser inmolado el decimocuarto día del mes; su carne debe de ser comida con panes sin levadura y hierbas amargas; los participantes deben comerlo apresuradamente, los cinturones atados, las sandalias en los pies, y el bastón en la mano, porque es la hora de la Liberación (El padre Stéphane ha puesto en mayúscula esta palabra. Sin duda pensaba él en la Liberación final tal como René Guénon la expone en El hombre y su devenir según el Vedanta.): «Es la Pascua de YHVH» (Exodo XII, 11). En cuanto a la sangre del Cordero, se debe ponerla en el dintel y los dos flancos de la puerta, de manera que YHVH pasando para castigar a Egipto y viendo la sangre en la puerta, no permita al Exterminador entrar en las casas para castigar a todos los recién nacidos. Y si, a continuación, los hijos de Israel preguntan: «¿Qué significado tiene para vosotros este rito sagrado?» habrá que responder: «Es un sacrificio de Pascua en honor de YHVH, que ha pasado de largo las casas de los hijos de Israel en Egipto, cuando golpeó Egipto y salvó nuestras casas» (Exodo XII, 27). (Se encuentra ahí el significado de la palabra «Pascua» (pasach = él ha pasado)) 907 Abbé Henri Stéphane: EL MISTERIO PASCUAL

Es en un marco así que Jesús instituyó la Eucaristía. Para los Judíos, cada alimento de la comida tenía su significado. Comiéndolos, ellos podían revivir sacramentalmente los acontecimientos de la salida de Egipto. Ellos se hacían contemporáneos de sus padres, o bien el acontecimiento devenía presente por el Rito. 911 Abbé Henri Stéphane: EL MISTERIO PASCUAL