La dificultad de hablar de un tema así estriba esencialmente en que, hoy en día, el sentido de lo Sagrado se ha perdido, lo mismo que la religión o la fe de las que es inseparable [NA: Si se nos objeta que hay todavía países, en Oriente, por ejemplo, donde el sentido de lo sagrado y de la religión no se ha perdido, precisaremos que nuestras palabras se refieren fundamentalmente a Occidente y que las «tinieblas occidentales» han invadido ya una gran parte del resto de la humanidad.]. Se puede hablar de ello a título arqueológico, como algo que existió en la Edad Media o, de forma más general, en toda civilización tradicional, pero es imposible hacerlo revivir; los pocos que han entendido que la Edad Media fue todo lo contrario al oscurantismo –término que, por el contrario, conviene perfectamente al mundo moderno sumido en el materialismo más denso– no pueden ser a los ojos de los demás más que nostálgicos del pasado. Los estudios sobre arte sagrado que actualmente se publican ya no sintonizan, lamentablemente, con la mentalidad moderna y corren el riesgo de ser inoperantes. EL SENTIDO DE LO SAGRADO
Un cristiano digno de ese nombre, debería centrar su vida espiritual en la Eucaristía, lo cual supone sin duda ciertos conocimientos doctrinales, pero más todavía supone lo que yo llamaría una mentalidad sacral: tener el sentido de lo Sagrado, hoy en día cada vez más despreciado o en vías de desaparición. EL MISTERIO PASCUAL
Para celebrar los Santos Misterios, no es indiferente entrar en una iglesia románica, o en un comedor. No es indiferente revestirse con los ornamentos litúrgicos o decir la misa en buzo de trabajo. No es indiferente de decirla en latín y en gregoriano, o de cantar pamplinas en lengua vulgar. Todo esto contribuye grandemente a dar el sentido de lo Sagrado. EL MISTERIO PASCUAL
Hoy, vamos ha decir algunas palabras sobre el Misterio Pascual que nos mostrará en que marco ha sido instituida la Eucaristía, y como los Judíos tenían el sentido de lo Sagrado, y también como el Nuevo Testamento consuma el Antiguo, o también como el Sacrificio de Cristo es la coronación de la Historia de la Salvación. EL MISTERIO PASCUAL