Esa casa significa el alma en su totalidad, y los senderos de la casa representan a las potencias del alma. Dice un viejo maestro que el alma está hecha entre uno y dos. Uno es la eternidad que se preserva siempre sola y es uniforme. Dos, (empero), es el tiempo que se transforma y multiplica. (Con eso) quiere decir que el alma, con las potencias más elevadas, toca a la eternidad, o sea, a Dios; y con las potencias inferiores toca al tiempo y por ello es sometida al cambio y se inclina hacia las cosas corpóreas y, al hacerlo, pierde su nobleza. Si el alma pudiera conocer íntegramente a Dios, como (hacen) los ángeles, nunca habría entrado en el cuerpo. Si pudiera conocer a Dios sin el mundo, éste nunca habría sido creado a causa de ella. El mundo fue creado a causa de ella con la finalidad de que la vista del alma fuera ejercitada y fortalecida para que fuese capaz de soportar la luz divina. Así como la luz del sol no se proyecta sobre la tierra sin ser envuelta por el aire y desparramada sobre otras cosas, ya que de otra manera la vista humana no la podría soportar, así también la luz divina es fortísima y tan clara que la vista del alma no la podría soportar sin ser fortalecida y elevada por la materia y las parábolas, y de esta manera es conducida hasta la luz divina y aclimatada dentro de ella. SERMÓN XXXII 3
parábolas (Eckhart)
- Agir pour le Christ.
- agon
- agonistes
- Agostinho (Confissões) – A quoi bon philosopher?
- Agostinho (T:X.10.13-X.12.15) – a certeza e a dúvida da mente
- Agostinho (T:X.3.5-X.4.6) – autoconhecimento da mente
- Agostinho (T:X.5.7-X.6.8) – conhecer e pensar
- Agostinho (T:X.7.9-X.7.10) – natureza da mente
- Agostinho (T:X.8.11-X.9.12) – gnothi seauton
- Agostinho 153 Peixes