Origenes Seita Ofitas

Orígenes — CONTRA CELSO
Excertos da tradução espanhola de Daniel Ruiz Bueno, publicada pela BAC
VI-28. La secta de los ofitas, ajena al cristianismo
Algo semejante me parece a mí intentar Celso al afirmar que los cristianos llaman “Dios maldito” al Creador. Así, quien le crea esa calumnia contra nosotros, se sentirá incitado a aniquilar, de ser posible, a los cristianos, como a los más impíos entre los hombres. Sin embargo, confundiendo las cosas, alega la causa por que el Dios de la cosmogonía mosaica sea dicho Dios maldito: “Parejo Dios merece se le maldiga, según los que piensan eso sobre él, pues maldijo a la serpiente, que introducía a los primeros hombres en la ciencia del bien y del mal” (Gen 2,17; 3,5.14)1.

Pero Celso debiera saber que quienes aceptan la historia de la serpiente en el sentido de que aconsejó bien a los primeros hombres, gentes que sobrepasan a los titanes y gigantes míticos, llamados por ello ofitas, están tan lejos de ser cristianos, que no van a la zaga del mismo Celso en condenar a Jesús, y no admiten en su gremio a nadie que no haya antes maldecido a Jesús. He ahí, pues, la insensatez suma de Celso, que, en sus discursos contra los cristianos, toma por cristianos a quienes no quieren oír ni el nombre de Jesús, ni siquiera como hombre sabio o de costumbres morigeradas. ¿Qué puede haber más tonto y loco, no sólo que quienes quieren llamarse por la serpiente, como autora del bien, sino que Celso, cuando piensa que las acusaciones contra los ofitas tengan algo que ver con los cristianos? Antaño, a la verdad, aquel filósofo griego que amó la pobreza y quiso mostrar un ejemplo de vida feliz, sin que fuera óbice a la felicidad el carecer absolutamente de todo, se puso a sí mismo nombre de cínico (=perruno; cf. II 41: Crates); pero estos impíos blasonan de llamarse ofitas, tomando su nombre de la serpiente (ophis), el animal más enemigo del hombre y que más horror le infunde, como si no fueran hombres, cuyo enemigo es la serpiente, sino serpientes también ellos. Y se glorían de un tal Eufrates, como iniciador de tales impías doctrinas2.


NOTAS
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  1. Sobre los ofitas, cf. Pseudo-Tertull., Adv. omnes haer. 2 y Epiphan., Panar. XXXVII 3,1. Siempre es cierto que resulta secta oscurísima y que no hubo de tener nada de cristiano. 

  2. Sobre este Eufrates, cf. Hippol., Ref. IV 2,1; V 13,9; X 10,1. Nombre también oscuro (Euphraten tina).