Orígenes — DOS PRINCÍPIOS
Sucessão de Mundos
De Principiis, III. V. 3
3. A esto ellos presentan generalmente la siguiente objeción: “Si el mundo tuvo su principio en el tiempo, qué hacía Dios antes de que el mundo comenzara?127 Es, de inmediato, impío y absurdo decir que la naturaleza de Dios es inactiva e inmovible o suponer que la bondad no hizo bien en un tiempo, o que la omnipotencia no ejerció su poder en un tiempo”. Tal es la objeción que acostumbran hacer a nuestra declaración de que este mundo tuvo su principio en un cierto tiempo, y que, de acuerdo a nuestra creencia en la Escritura, podemos calcular los años de su duración pasada.
Considero que ningún hereje puede responder fácilmente a estas proposiciones que esté en conformidad con la naturaleza de sus opiniones. Pero nosotros podemos dar una respuesta lógica conforme a la regla de la piedad (regulam pietatis), cuando decimos que no fue entonces por primera vez que Dios comenzó a obrar al hacer este mundo visible; sino que así como después de su destrucción habrá otro mundo, creemos que también existieron otros anteriores al presente. Ambas posiciones serán confirmadas por la autoridad de la santa Escritura.
Que habrá otro mundo después de este lo enseña Isaías cuando dice: “Como los cielos nuevos y la nueva tierra, que yo hago, permanecen delante de mí” (Is 66,22), y que han existido otros mundos a éste, se dice en Eclesiastés, con las palabras: “¿Qué es lo que fue? Lo mismo que será. ¿Qué es lo que ha sido hecho? Lo mismo que se hará; y nada hay nuevo debajo del sol. ¿Hay algo de que se pueda decir: He aquí esto es nuevo? Ya fue en los siglos que nos han precedido” (Ez 1,9-10). De acuerdo con estos testimonios queda establecido que hubo edades (saecula) antes de las nuestras, y que habrá otras después.