Origenes Deus Onipotente

Orígenes — DOS PRINCÍPIOS
Deus Onipotente
De Principiis, I. ii. 10

Así como nadie puede ser padre sin tener a un hijo, ni señor sin poseer a un criado, Dios mismo no puede ser llamado omnipotente a menos que existan aquellos sobre los que pueda ejercer su poder; y por lo tanto, para que Dios pueda mostrarse todopoderoso es necesario que existan todas las cosas. Ya que si alguien tuviera algunos tiempos o porciones de tiempo, o como quiera que guste llamarlos, que hubieran dejado de ser, mientras que las cosas que iban a hacerse después todavía no existían, él indudablemente mostraría que durante aquellos años o períodos Dios no era omnipotente, sino que se convirtió en tal después de ello, a saber, a partir del momento en que comenzó a tener personas sobre los que ejercer su poder; y de este modo parecerá que ha recibido un cierto aumento, y haberse elevado de un estado inferior a otro superior, ya que no puede dudarse que es mejor para Él ser omnipotente que no serlo.