Maurice Nicoll — COMENTARIOS PSICOLÓGICOS SOBRE LAS ENSEÑANZAS DE GURDJIEFF Y OUSPENSKY
Excertos de COMENTARIOS PSICOLÓGICOS SOBRE LAS ENSEÑANZAS DE GURDJIEFF Y OUSPENSKY
SOBRE LA FORMACIÓN DEL CUERPO PSICOLÓGICO
En estos últimos meses he visto varias aserciones erróneas acerca de los Cuatro Cuerpos del Hombre. Las cifras no tienen sentido, los diagramas no tienen sentido, a no ser que se comprenda el principio. Tanto valdría decir que hay ocho cuerpos llamados 1, 2, 3, etc. Esto no ayuda a nadie. Antes de formular los Cuatro Cuerpos hemos de empezar con el principio tal como lo exponemos a continuación. Al Hombre le es dado por el Universo un cuerpo físico organizado que trabaja, pero no un cuerpo psicológico. El cuerpo físico que la Ciencia y la Medicina se empeñan en estudiar es un cuerpo ordenado. Cuando nace un niño posee un cuerpo organizado que trabaja de un modo maravilloso. El niño nace con un corazón que late, con la sangre que circula, con un tubo digestivo listo para trabajar, y así sucesivamente. Esto es en verdad una maravilla. Ahora bien, el niño crece y es rodeado por la Personalidad. Empieza a tener una psicología. Así crecemos todos pero nuestra psicología no está organizada en un cuerpo. En efecto, somos psicológicamente una especie de caos que se opone al orden. No tenemos un cuerpo psicológico organizado o que se pueda comparar con el cuerpo físico. Quiero decir, el cuerpo físico está en orden pero el psicológico no. De la explicación de los otros cuerpos tomamos como punto de partida la idea de que el hombre está hecho de muchos “Yoes” contradictorios en lugar de tener un solo “Yo” que lo controla. Cabe decir que es un primer atisbo de lo que podría significar el segundo cuerpo. Me refiero a estos muchos “Yoes” que constituyen el estado psicológico común del hombre y que no es el de un cuerpo organizado. La vida no nos otorga un cuerpo psicológico organizado. Este es un lujo. Tan sólo por medio de la enseñanza esotérica y el trabajo sobre sí llega a ser posible la formación de un cuerpo psicológico organizado distinto del cuerpo físico.
He notado que a algunos de ustedes les cuesta comprender que si se identifican con su cuerpo y obtienen de él la sensación de yo, como consecuencia son incapaces de recordarse a sí mismos. Algunas de las preguntas hechas en los grupos más pequeños me han interesado. Toda la enseñanza esotérica se basa en la idea que el Hombre no es sólo un cuerpo físico. El hombre que se toma únicamente como su cuerpo físico comete un gran error porque en él hay mucho más que lo que está representado por su cuerpo físico. El Trabajo enseña que al Hombre le es dado al nacer un cuerpo físico organizado y que éste es maravilloso, lo cual es un buen tema de reflexión para los jóvenes, es decir, comprender cómo este complicado cuerpo físico con sus diferentes sistemas, digestivos, vascular, nervioso, secretorio, y todo lo demás, puede ser hecho en el curso de nueve meses. Sobre una cosa hemos de estar de acuerdo: en la primitiva célula fertilizada de la cual derivan las miríadas de células que forman el cuerpo físico debe haber algún principio organizativo controlador que pone en conexión todas sus futuras divisiones y las dispone en orden. Si, la vida es orden. Nada puede vivir si está en desorden. Nos han dado un cerebro con 2.000 millones de neuronas. Nos han dado un hígado, un sistema respiratorio, que se controla a si mismo, un sistema muscular, un sistema digestivo, y así sucesivamente. Y sin embargo damos todo ello por sentado y somos incapaces de comprender la sencilla idea que la vida depende del orden, el cual debe ser controlado por un orden superior. A no ser que todo estuviese ordenado en nosotros, desde lo más alto a lo más bajo, no seríamos capaces de existir físicamente en esta Tierra.
Implícitamente, muy pocas personas piensan en el milagro de la existencia, sino que lo dan sencillamente por sentado. Cuando algo no anda en este orden de nuestro cuerpo, tenemos que ver al médico. Toda enfermedad es debida al desorden en el cuerpo. Toda enfermedad es debida a que algo no está en su orden correcto, algo que no corresponde al orden fundamental del cuerpo y sus diferentes funciones, dispuestas en escala y orden. Vemos entonces sin estar en desacuerdo que el orden es un principio al cual se ajustan todos los organismos vivientes. Si no están en orden, perecen. El Trabajo enseña que el orden está conectado con lo que es llamado la Ley de Octavas, o ley de las cosas en orden, o Ley de Siete, cuyo supremo ejemplo es el Rayo de Creación. Aquí captamos las cosas en orden, una debajo de la otra, y todo en creación continua. En el Rayo de Creación se nos muestra que todo desciende por notas desde el Origen Desconocido de Todas las Cosas, que se llama el Absoluto. El orden del cuerpo es por tanto una octava, porque obra. Si el orden del cuerpo no es correcto en algún lugar, luego la Ley de Octavas no puede obrar en él, porque la fuerza que fluye desde lo más alto a lo más bajo se interrumpe. Esto es, sobreviene el desorden. Supongamos, por ejemplo, que el cerebro de una persona fuera invadido por el hígado. Se ve en seguida que si esto sucediera dicha persona perecería, porque el cerebro está a un nivel mucho más .alto que el hígado, y el hígado está nuevamente a un nivel mucho más alto que las células de la piel. Por lo tanto todo orden se basa en el principio de lo superior y lo inferior —esto es, de lo que comanda y de lo que obedece— y esta es la estructura fundamental de todos los organismos vivientes. Hasta la ameba, esa pequeña célula viviente que tenemos que estudiar en el laboratorio, posee una estructura y un núcleo que controla la totalidad de la célula y corresponde al cerebro. Pero el cuerpo no es lo más elevado en el Hombre. En el hombre, que difiere de los animales, tenemos un caso particular. Toda la enseñanza esotérica dice la misma cosa —a saber, que el Hombre ha nacido incompleto. Le fue dado un cuerpo como los animales. Hay en él algo que puede desarrollarse, sin embargo, fuera del cuerpo físico que le fue dado. Los animales no tienen esa posibilidad, pero el Hombre la tiene, por eso el Hombre es una creación peculiar. Puede desarrollar otro cuerpo aparte de su cuerpo físico. ¿En qué dirección, o hacia dónde apuntan las posibilidades de este desarrollo? En lo que puede llamarse generalmente la parte psicológica. Esta no está en orden. Al Hombre se le dio un cuerpo físico ordenado como don, pero no se le otorgó un cuerpo psicológico ordenado como don. Ha de desarrollar ese cuerpo psicológico para que llegue a ser organizado de la misma manera, es decir, mediante el orden, tal como es su cuerpo físico. Todo este Trabajo se refiere a organizar ese cuerpo psicológico, y en verdad, hasta el punto en que este cuerpo psicológico, ordenado de un modo correcto; pueda no sólo controlar el cuerpo físico y sus acciones sino existir también independientemente del cuerpo físico.
Como este tema es por su naturaleza tan grande y significativo, y requiere que se lo presente desde tantos puntos de vista con el fin de posibilitar un entendimiento viviente de su significado e impedir que se lo comprenda, de un modo indiferente o meramente informativo, me pareció que convenía más, encararlo de un modo gradual. Enseña, en suma, que el Hombre, que vive en un cuerpo dado por su primer nacimiento, es capaz de desarrollar otros tres cuerpos compuestos de materias más finas. Pero, ¿qué significa esto y cuáles son las ideas que nos ayudarán a comprenderlo? ¿Qué significa, por ejemplo, que el Hombre puede desarrollar otro cuerpo? ¿De qué manera podemos imaginarnos otro o un segundo cuerpo? Pues bien, podemos concebirlo primero de este modo. Imaginemos un hombre que está tras otro hombre y controla todo cuanto éste hace o dice. El hombre que está al frente obedece las instrucciones del hombre que está tras él. Es decir, la inteligencia y voluntad del hombre que está detrás controla las acciones del hombre que está al frente. Podemos considerar que el hombre que está al frente es el primer cuerpo y que el hombre que está detrás es otro o el segundo cuerpo —es decir, logramos la idea del segundo cuerpo que controla al primero—. No cuesta nada entenderlo, pues en todas las organizaciones de la vida, ya sean militares o financieras, es preciso que haya algún grado de control de los individuos por otro que está en una posición más elevada. En el caso de un solo individuo es más difícil de entender.