Monte Carmelo Gula

A subida do Monte Carmelo — referência ao termo “gula”

4. Pero es de notar que, aunque cada apetito causa estos males, que aquí llamamos positivos, unos hay que principal y derechamente causan unos, y otros otros, y los demás por el consiguiente. Porque, aunque es verdad que un apetito sensual causa todos estos males, pero principal y propiamente ensucia al alma y cuerpo. Y, aunque un apetito de avaricia tambien los causa todos, principal y derechamente causa (aflicción. Y, aunque un apetito de vanagloria, no más ni menos, los causa todos, principal y derechamente causa) tinieblas y ceguera. Y, aunque un apetito de gula los causa todos, principalmente causa tibieza en la virtud. Y así de los demás. LA SUBIDA DEL MONTE CARMELO: LIBRO PRIMERO CAPÍTULO 12

Lo sexto es que en quererlas admitir abre puerta al demonio para que le engañe en otras semejantes, las cuales sabe el muy bien disimular y disfrazar, de manera que parezcan a las buenas; pues puede, como dice el Apóstol (2 Cor. 11, 14) transfigurarse en ángel de luz. De lo cual trataremos despues, mediante el favor divino, en el libro tercero, en el capítulo de gula espiritual. LA SUBIDA DEL MONTE CARMELO: LIBRO SEGUNDO CAPÍTULO 11

4. Mas, de estos daños, y de cómo no crecen en fe si no se apartan, y cómo tambien, aunque no sean los daños tan palpables y conocibles como estos, hay otros en el dicho termino: más sutiles y más odiosos a los divinos ojos por no ir en desnudez de todo, dejemoslo ahora, hasta que lleguemos a tratar en el vicio de gula espiritual y de los otros seis, donde, mediante Dios, se tratarán muchas cosas de estas sutiles y delicadas mancillas que se pegan al espíritu por no le saber guiar en desnudez. LA SUBIDA DEL MONTE CARMELO: LIBRO SEGUNDO CAPÍTULO 18

1. Por todo lo que queda dicho arriba, se colige y entiende bien cuánto daño se le puede seguir al alma, por vía de estas aprehensiones sobrenaturales, de parte del demonio, pues no solamente puede representar en la memoria y fantasía muchas noticias y formas falsas que parezcan verdaderas y buenas, imprimiendolas en el espíritu y sentido con mucha eficacia y certificación por sugestión, de manera que le parezca al alma que no hay otra cosa, sino que aquello es así como se le asienta (porque, como se transfigura en ángel de luz, parecele al alma luz); y tambien en las verdaderas que son de parte de Dios puede tentarla de muchas maneras, moviendole los apetitos y afectos, ahora espirituales, ahora sensitivos, desordenadamente acerca de ellas. Porque si el alma gusta de las tales aprehensiones, esle muy fácil al demonio hacerle crecer los apetitos y afectos y caer en gula espiritual y otros daños. LA SUBIDA DEL MONTE CARMELO: LIBRO TERCERO CAPÍTULO 10

5. Del gozo en el sabor de los manjares, derechamente nace gula y embriaguez, ira, discordia y falta de caridad con los prójimos y pobres, como tuvo con Lázaro aquel epulón que comía cada día esplendidamente (Lc. 16, 19). De ahí nace el destemple corporal, las enfermedades; nacen los malos movimientos, porque crecen los incentivos de la lujuria. Críase derechamente gran torpeza en el espíritu y estrágase el apetito de las cosas espirituales, de manera que no pueda gustar de ellas, ni aun estar en ellas ni tratar de ellas. Nace tambien de este gozo distracción de los demás sentidos y del corazón y descontento acerca de muchas cosas. LA SUBIDA DEL MONTE CARMELO: LIBRO TERCERO CAPÍTULO 25

5. El quinto provecho es que se hace agradable a Dios y a los hombres y se libra de la avaricia, y gula, y acedia espiritual, y de la envidia espiritual, y de otros mil vicios. LA SUBIDA DEL MONTE CARMELO: LIBRO TERCERO CAPÍTULO 29