ANTONIO ORBE — ANTROPOLOGIA DE SÃO IRINEU
O MANDATO DE DEUS
1. Preliminares
El Génesis alude a él en 2,15-17: ‘Así, pues, tomó Yahvé Dios al hombre y lo puso en el Paraíso de Edén, para que lo cultivara y guardase. Y ordenó Yahvé Dios al hombre diciendo: De todo árbol del Paraíso puedes comer libremente. Mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás, porque el día en que comas de él morirás sin remedio’.
Las líneas inspiradas se prestan a muchas interpretaciones. Ateniéndonos a la índole del mandato, dos partes podría uno distinguir: a) Gen 2,15…, para que lo cultivara y guardase; b) Gen 2,16-17.
Que la segunda parte contiene un precepto, salta a la vista: ‘Y ordenó Yahvé Dios al hombre diciendo…’ En la primera dícese haber Dios colocado al hombre en el Paraíso ‘para que lo cultivara y custodiase’. ¿Va implícito algún mandamiento, distinto del ‘De todo árbol del Paraíso puedes comer…’? Si así fuera, Adán recibiría del Señor la orden, primeramente, de labrar y custodiar el Paraíso; y luego, la de comer de todo árbol, menos del de la ciencia.
Hay lugar a otras soluciones. Una sería explicar la finalidad de Gen 2,15 por la orden divina de Gen 2,16s. La custodia y labranza del Paraíso por el hombre estaría en someterse al mandato divino de no comer del árbol de la ciencia.
Otra solución. El cultivo y guarda del Paraíso encubriría la ley natural; mientras la orden siguiente indicaría un mandamiento ‘positivo’. La primera iría implícita en la colocación misma del hombre en el Paraíso. La segunda le sería expresamente promulgada a Adán.
Tales matices tienen su trascendencia. Lástima que los primeros escritores eclesiásticos apenas legaran elementos de exégesis para fijar su doctrina.
- Preliminares
- São Justino
- Teófilo Antioqueno
- A árvore da ciência
- São Irineu