malignos (Eckhart)

Leemos que San Antonio una vez en el desierto tenía tribulaciones especialmente graves por culpa de los espíritus malignos; y cuando hubo superado su tribulación se le apareció alegremente Nuestro Señor, también exteriormente (visible). A eso dijo el santo varón: Ay, querido Señor ¿dónde estabas recién cuando mis apuros eran tan grandes? Entonces dijo Nuestro Señor: Yo estaba aquí como lo estoy ahora. Pero deseaba y se me antojaba ver lo piadoso que eras. Un (trozo de) plata o de oro, seguramente es puro, pero si se pretende hacer de él una copa en la cual ha de beber el rey, se lo acrisola incomparablemente más que otro (trozo). Por ello está escrito con referencia a los apóstoles que ellos se alegraban por haber sido dignos de padecer ultrajes por amor de Dios (Hechos 5, 41). 310 ECKHART: TRATADOS EL LIBRO DE LA CONSOLACIÓN DIVINA 2