Raimundo Lulio — Filosofia Moral
De la caridad.
La caridad es virtud que causa compañía y consuelo entre el amigo y el amado que se refieren y tienden a lo amable. Por la caridad aman los hombres a Dios y a sí mismos. Y es más por la voluntad que por otro principio. Y no puede ser plena sin el arriar, que se refiera y tenga a Dios y a los hombres, con la grandeza de la bondad, justicia y amabilidad. Por esto los hombres que tienen su amar para Dios y paira sí mismos son hijos de la caridad y vestidos de su hábito. Pero aquellos que no tienen su amar en Dios ni en sí mismos, con la grandeza de la bondad, justicia y amabilidad, no tienen su amar vestido de la caridad; pero está vestido de la figura de la caridad, que es contra la forma; como el agua caliente, en la cual la figura de su calor es contra la forma de la frialdad. Así como los dineros y posesiones son las riquezas de los hombres ricos; de la misma manera la caridad es la riqueza de los hombres pobres. Y por cuanto quiere la caridad que los ricos satisfagan a los pobres con sus riquezas en sus necesidades, también la caridad es la riqueza de los ricos en los hombres pobres, porque la caridad requiere que los hombres pobres sirvan a los ricos en sus menesteres. Por eso la caridad tiene un pie en los hombres ricos y otro en los hombres pobres, y se lleva a amar por la caridad a Dios, que es el amado. La caridad es semejanza de la voluntad, la cual desea que sean amadas las amabilidades. Por esta causa la caridad hace que el amado sea en el entendimiento y en la memoria del amigo, en el cual consiste el amado, memorado y entendido. Por esto la caridad es la virtud que da mayor placer y contento que otra alguna virtud, y por la cual el amigo está más encadenado a su amado, de manera que no se pueda apartar de él, ni fatigarse, honrándole y sirviéndole. Y por cuanto en este libro hablamos con brevedad, porque las gentes no quieren la prolijidad y se cansan muy presto en amar, no queremos decir de la caridad todo lo que podríamos decir. Hase dicho de las virtudes morales; y ahora se dirá de qué modo una virtud tiene concordancia con otra. Y esto es para que se tenga la enseñanza y doctrina de qué modo con unas virtudes se pueden tener las otras, y de qué manera se puede contradecir a los vicios, que son sus contrarios.