strepho

O teólogo Joaquim Jeremias em seu “TEOLOGIA DO NOVO TESTAMENTO”, lembra que a tradução correta de “strepho”, por exemplo no dito de Mt 18,3 (Reino dos Pequeninos), deve ser segundo o provável termo aramaico (tub, hazar, hadar) vertido para o grego, “tornar-se de novo” e não “converter-se”, diria que o “converter-se” só teria sentido se entendido como um “virar-se de novo”, “voltar-se”, ou seja, uma “reviravolta” para a condição original de “pequenino”.

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O duplo movimento da conversão (strepho, epistrepho, epistrophe, metanoeo, metanoia) ao Divino que, pela graça (kharis) de Deus, na fé, na penitência (metanoia), na oração e na prática dos mandamentos do Senhor, consiste na purificação das paixões e na aquisição das virtudes, é designado pela tradição ascética pelo termo praxis (praxis, praktike, praktike methodos, praktike bios, philosophia praktike, philosophia hempraktos, etc) ou ainda pelo termo ascese, este último tomado em sua acepção mais ampla de prática, treinamento, exercício, modo de fazer e de viver… Este duplo movimento supondo sempre esforços, e mesmo uma luta, um combate (contra as paixões e os demônios, pelas virtudes), e isto permanentemente, os termos agon (luta e combate) e athlesis (luta, exercício, treinamento) são igualmente frequentemente utilizados. (Thérapeutique des maladies spirituelles)

Aun después de haber estado tres años en contacto directo con Jesucristo, los discípulos no habían pasado por el arrepentimiento. Casi las últimas palabras que Jesús dice a Pedro son: ‘Yo he rogado por ti, porque tu fe no falte: y tú, una vez vuelto, confirma a tus hermanos.’ (Lucas, XXII, 32) El término griego que aquí se emplea es epistrepho y significa justamente ‘volverse’, como en el caso del hijo pródigo: volver en sí.

Ya hay evidencia bastante para suponer que la metanoia (arrepentimiento) quiere decir volverse, darse vuelta. “Si no os volvierais y fuereis como niños…’ (Mateo, XVIII, 3) En algunas versiones se habla de convertirse. Pero la idea de la conversión ya ha adquirido un sentido vago y sentimental. Aunque literalmente tiene un sentido preciso, el de ‘volverse” (con y vertere = volver). Es un volver la mente, una transformación. En el idioma griego es el término que se emplea con relación a frenar los caballos y volverlos, o los movimientos de conversión que hacen los soldados. En Los Hechos de los Apóstoles, los términos metanoia y conversión se dan juntos (III, 9) y se dice “arrepentios y convertios.”

Se refiere a una acción interior precisa y que se puede hacer. Es una revulsión de la mente. Y se destaca el hecho con toda claridad en la parábola del hijo pródigo, donde se expresa que ‘volvió en si’ y vino a su padre. (La flecha en el blanco)