IRLANDA
René Guénon: O REI DO MUNDO
En efecto, es Irlanda el que, entre los países célticos, proporciona el mayor número de datos relativos al Omphalos; antaño estaba dividida en cinco reinos, de los cuales uno llevaba el nombre de Mide (que permanece bajo la forma anglicisada de Meath), que es la antigua palabra céltica medion, «medio», idéntico al latín medius1. Este reino Mide, que había sido formado de porciones sacadas de los territorios de los otros cuatro, había devenido el patrimonio propio del rey supremo de Irlanda, al que los otros reyes estaban subordinados2. En Ushnagh, que representa bastante exactamente el centro del país, estaba erigida una piedra gigantesca llamada «ombligo de la Tierra», y designada también bajo el nombre de «piedra de las porciones» (ailna-meeran), porque marcaba el lugar donde convergían, en el interior del reino de Mide, las líneas separativas de los cuatro reinos primitivos. Allí se tenía anualmente, el primero de mayo, una asamblea general enteramente comparable a la reunión anual de los Druidas en el «lugar consagrado central» (medio-lanon o medio-nemeton) de la Galia, en el país de los Carnutos; y aquí se impone igualmente la aproximación con la asamblea de los Anfictiones en Delfos.
Esta división de Irlanda en cuatro reinos, más la región central que era la residencia del jefe supremo, se vincula a tradiciones extremadamente antiguas. En efecto, por esta razón, Irlanda fue llamada la «isla de los cuatro Señores»3, pero esta denominación, lo mismo que la de «isla verde» (Erin), se aplicaba anteriormente a otra tierra mucho más septentrional, hoy día desconocida, quizás desaparecida, Ogygia o antes Thulé, que fue uno de los principales centros espirituales, si no incluso el centro supremo de un cierto periodo. El recuerdo de esta «isla de los cuatro Señores» se encuentra hasta en la tradición china, lo que parece no haber sido precisado nunca; he aquí un texto taoísta que da fe de ello: «El emperador Yao se esforzó mucho, y se imaginó haber reinado idealmente bien. Después de que hubo visitado a los cuatro Señores, en la lejana isla de Kou-chee (habitada por «hombres verdaderos», tchenn-jen, es decir, hombres reintegrados al «estado primordial»), reconoció que lo había estropeado todo. El ideal, es la indiferencia (o más bien el desapego, en la actividad «no actuante») del sobre-hombre4, que deja girar la rueda cósmica»5. Por otra parte, los «cuatro Señores» se identifican a los cuatro Mahârâjas o «grandes reyes» que, según las tradiciones de la India y del Tíbet, presiden en los cuatro puntos cardinales6; corresponden al mismo tiempo a los elementos: el Señor supremo, el quinto, que reside en el centro, sobre la montaña sagrada, representa entonces el Éther (Akâsha), la «quintaesencia» (quintaessentia) de los hermetistas, el elemento primordial del que proceden los otros cuatro7; y tradiciones análogas se encuentran también en la América central.
- Se observará que la China es designada también bajo el nombre de «Imperio del Medio».[↩]
- La capital del reino de Mide era Tara; ahora bien, en sánscrito, el término Târâ significa «estrella» y designa más particularmente a la estrella polar.[↩]
- El nombre de San Patricio, que no se conoce de ordinario más que bajo su forma latinizada, era originariamente Cothraige, que significa «el servidor de los cuatro».[↩]
- Puesto que el «hombre verdadero» está colocado en el centro, ya no participa en el movimiento de las cosas, sino que, en realidad, dirige este movimiento por su sola presencia, porque en él se refleja la «Actividad del Cielo».[↩]
- Tchoang-Tseu, cap. I; traducción del P. L. Wieger, p. 213. — Se dice que el emperador Yao reinó en el año 2356 antes de Cristo.[↩]
- Se podría hacer también aquí una aproximación con los cuatro Awtâd del esoterismo islámico.[↩]
- En las figuras cruciales, tales como el swastika, este elemento primordial está representado igualmente por el punto central, que es el Polo; los otros cuatro elementos, así como los cuatro puntos cardinales, corresponden a los cuatro brazos de la cruz, que simbolizan por otra parte el cuaternario en todas sus aplicaciones.[↩]