In illo tempore missus est angelus GABRIEL a deo: ave gratia plena, dominus tecum. 1055 ECKHART: SERMONES: SERMÓN XXXVIII 3
Estas palabras las escribe San Lucas: «En aquel tiempo, Dios envió al ángel GABRIEL». ¿En qué tiempo? «En el sexto mes» en el que Juan Bautista se hallaba en el vientre de su madre (Cfr Lucas 1, 26 y 28). 1057 ECKHART: SERMONES: SERMÓN XXXVIII 3
El ángel se llamaba «GABRIEL». Hizo también lo que decía su nombre. (En el fondo) se llamaba tan poco GABRIEL como Conrado. Nadie puede conocer el nombre del ángel. Allí donde el ángel recibe su nombre, no ha llegado jamas ningún maestro ni inteligencia alguna; acaso sea innominado. El alma tampoco tiene nombre; así como no se puede hallar ningún nombre propiamente dicho para Dios, tampoco se puede encontrar ningún nombre propiamente dicho para el alma, si bien se han escrito gruesos libros sobre este (tema). Pero, en cuanto ella (= el alma) fija sus miradas en las obras, se le da un nombre. Un carpintero: éste no es su nombre, pero recibe el nombre por la obra en la cual demuestra ser maestro. El nombre «GABRIEL» lo tomó de la obra cuyo encargado era, porque «GABRIEL» significa «fortaleza» (Cfr Lucas 1, 35). En tal nacimiento, Dios opera poderosamente o produce fortaleza. ¿A qué cosa tiende toda la fuerza de la naturaleza?… a que ella quiere engendrar a sí misma. ¿A qué tiende toda la naturaleza que actúa en el nacimiento?… a que quiere engendrar a ella misma. La naturaleza de mi padre quería, en su naturaleza (de padre), engendrar a un padre. Cuando eso no fue posible, quiso engendrar un (algo) que le fuera parecido en todo. Cuando tampoco le alcanzó la fuerza (para tal cosa), produjo lo más parecido de que era capaz: esto era un hijo. Mas, cuando la fuerza alcanza para menos aún o hay otro contratiempo, produce un hombre menos parecido aún. Pero en Dios, hay plena fuerza; por eso produce su vivo retrato en su nacimiento. Todo lo que es Dios, en cuanto a poder y verdad y sabiduría, lo engendra íntegramente en el alma. 1065 ECKHART: SERMONES: SERMÓN XXXVIII 3