PHILOKALIA-TERMOS — EIDOS = APARÊNCIA, NATUREZA CONSTITUTIVA, FORMA, TIPO, ESPÉCIE, IDÉIA
EVANGELHO DE JESUS: Lc 3:22; Lc 9:29; Jo 5:37; 2Co 5:7; 1Tess 5:22
FORMA. Palabra que, durante el período patrístico, se suele usar, por influencia de Séneca y Cicerón, en el sentido del eidos platónico; así aparece, por ej., en Agustín de Hipona (cf. Quaestio de ideis, passim). Si bien los escolásticos asumieron también este sentido agustiniano de “forma” como ratio, es decir como fundamento de algo y, por ende, como su principio de inteligibilidad, privilegiaron la relación que establece Aristóteles entre forma y sustancia y consideraron la primera el acto constitutivo de la segunda. En efecto, el acto de ser llega a la esencia precisamente a través de la forma. De este modo, ella es uno de los principios que componen las sustancias corpóreas, siendo el otro la materia. Se ha de recordar que, en aquéllas, la materia no puede existir sin la forma. En cambio, la forma sí puede darse sin la materia, como ocurre en algunos entes: las sustancias inteligibles o espirituales. Volviendo al caso de los entes corpóreos, se llama forma substantialis (véase) al principio de aquello a lo que informa; así, en el hombre, el alma es la forma sustancial del cuerpo, es decir, es el mismo principio sustancial en cuanto distinguido de la materia. Dado el acto de ser de una sustancia, se denomina forma accidentalis a aquella que le adviene al subiectum (véase), por ej., la blancura, que supone ya una determinada sustancia en la que darse. Algunos autores llamaron forma corporeitatis a la mera organización las partes constituyentes del cuerpo de un ser animado, la cual lo vuelve apto para recibir el alma, o sea, el principio de animación. Concebían dicha organización como algo distinto del cuerpo mismo. Otros han usado la expresión forma metaphysica para referirse a la esencia de una realidad sustancial completa; así, por ej., animal racional es la forma metafísica del hombre. En todos los casos, y no sólo en el último, la forma se vincula siempre con la determinación ontológica y la actualidad metafísica. Por eso, también se relaciona con la natura (véase) que algo tiene, es decir, con el principio de sus operaciones, ya que, si ese algo tiene tal forma, ello significa que está determinado como tal cosa, razón por la que llevará a cabo ciertas operaciones y no otras.
Ahora bien, una sustancia se coloca en una especie determinada en virtud de su forma. Por ello, muchas veces, forma se hizo equivaler a species (véase), pero conviene evitar dicha equivalencia, puesto que, en el uso, las connotaciones de este último término se han complicado con la cuestión biológica de los géneros y su subdivisión.
Así pues, el término que nos ocupa recogió en la Edad Media las tres acepciones aristotélicas: la de principio del ser de algo (morphe), la de principio de inteligibilidad (eídos) y la de principio del movimiento (physis). (Léxico Técnico de Filosofia Medieval)