João da Cruz: noche sensitiva

1. Resta ahora dar algunos avisos para saber y poder entrar en esta noche del sentido. Para lo cual es de saber que el alma ordinariamente entra en esta noche sensitiva en dos maneras: la una es activa; la otra, pasiva. 319 LA SUBIDA DEL MONTE CARMELO LIBRO PRIMERO CAPÍTULO 13

8. Lo que está dicho, bien ejercitado, bien basta para entrar en la noche sensitiva. Pero, para mayor abundancia, diremos otra manera de ejercicio que enseña a mortificar la concupiscencia de la carne, y la concupiscencia de los ojos, y la soberbia de la vida, que son las cosas que dice san Juan (1 Jn. 2, 16) reinan en el mundo, de las cuales proceden todos los demás apetitos. 359 LA SUBIDA DEL MONTE CARMELO LIBRO PRIMERO CAPÍTULO 13

1. Ya que habemos declarado el primer verso de esta canción, que trata de la noche sensitiva, dando a entender que noche sea esta del sentido y por que se llama noche; y tambien habiendo dado el orden y modo que se ha de tener para entrar en ella activamente, síguese ahora por su orden tratar de las propiedades y efectos de ella, que son admirables, los cuales se contienen en los versos siguientes de la dicha canción, los cuales yo apuntare brevemente en gracia de declarar los dichos versos, como en el prólogo lo prometí, y pasare luego adelante al segundo libro, el cual trata de la otra parte de esta noche que es la espiritual. 379 LA SUBIDA DEL MONTE CARMELO LIBRO PRIMERO CAPÍTULO 14

6. A estas tres virtudes, pues, habemos de inducir las tres potencias del alma, informando a cada cual en cada una de ellas, desnudándola y poniendola a oscuras de todo lo que no fueren estas tres virtudes. Y esta es la noche espiritual que arriba llamamos activa, porque el alma hace lo que es de su parte para entrar en ella. Y así como en la noche sensitiva damos modo de vaciar las potencias sensitivas de sus objetos visibles según el apetito, para que el alma saliese de su termino al medio, que es la fe, así en esta noche espiritual daremos, con el favor de Dios, modo cómo las potencias espirituales se vacíen y purifiquen de todo lo que no es Dios y se queden puestas en la oscuridad de estas tres virtudes, que son el medio, como habemos dicho, y disposición para la unión del alma con Dios. 535 LA SUBIDA DEL MONTE CARMELO LIBRO SEGUNDO CAPÍTULO 6