ANTONIO ORBE — ANTROPOLOGIA DE SÃO IRINEU
A IMAGEM DE DEUS
Una relación íntima media entre el cuerpo humano y las manos de Dios. Los ángeles (resp. arcontes), encargados según los gnósticos de modelarle a imagen y semejanza de Dios, eran, según los eclesiásticos, incapaces de tanto y para nada intervinieron en la formación de Adán.
No así el Hijo (= Verbo) y el Espíritu Santo (= Sofía). El uno como imagen de Dios y el otro como semejanza suya, parecían indicadísimos para configurarle con arreglo a sus propias características. El hombre entraña un vínculo singular con ambas divinas personas. Y es obvio que el Padre necesite de ellas para modelarle conforme a sus designios.
El problema se presenta agudo en la exégesis de la creación única (Gen 1,26s = Gen 2,7), no en la filoniana y origeniana de la doble creación.
El hombre ‘a imagen de Dios’, para Orígenes, fue hecho y no plasmado. Identificado con el intelecto (noûs), superior a toda plasis (resp. forma corpórea), sin otra forma plausible que lo racional, hubo de venir a imagen de Dios en su racionalidad. El noûs refleja directamente al Noûs o Logos de Dios, y apurando, muy cerca de la univocidad, como efluvio de la razón personal de Dios. Donde no hay materia crasa huelga la plasis. El problema comparece — en la exégesis de San Ireneo — al explicar la configuración del limo ‘a imagen de Dios’.
El Verbo de Dios, indicábamos, habría de intervenir para modelar (plassein) en sentido fuerte a modo de alfarero, el barro hecho con el árido polvo de la tierra, imprimiendo en él su propia forma, la imagen de Dios. De donde el Logos poseería una figura reflejable en la humana materia.
Tal idea, atrevida para algunos modernos, escandalizó ya desde antiguo a muchos eclesiásticos, y en particular a Orígenes, poco escrupuloso en audacias de expresión y doctrina. Si la carne — pensaba el Alejandrino — fue modelada a imagen de Dios, Dios mismo vendría a tener forma humana. ¿No era ése el error de Epicuro o muy parecido?
- La forma de Dios Padre
- El Hombre Ideal
- Image de la imagen de Dios