Jesus Alvarez Gomez — Devotio Moderna
Excertos de HISTORIA DE LA VIDA RELIGIOSA III
«Devoción moderna» es una expresión que, en sí misma, no va más allá de un significado que no sobrepasa los límites de cualquier diccionario. Devoción alude a la manifestación exterior de los sentimientos de piedad y fervor religiosos; y Moderna significa sencillamente «que existe desde hace poco tiempo» o «que existe en la actualidad».
Pero en su forma latina, Devotio moderna, que, por otra parte, varía bien poco de su forma castellana, son dos palabras, un sustantivo y un adjetivo, que han logrado una conjunción perfecta, una unión ya inseparable, con un significado histórico y geográfico bien determinado.
Históricamente, la Devotio moderna es el movimiento espiritual que surge a finales del siglo xiv como una contraposición a los caminos que la religiosidad y la piedad habían venido recorriendo desde siglos antes. O, si se prefiere, significa la contraposición del nuevo «hombre devoto» frente al «hombre interior» que, casi por el mismo tiempo, estaba representado por el maestro Eckhart y su escuela.
Geográficamente, por sus orígenes, aunque después se extenderá a otros países europeos, hasta el punto de que se pueda hablar de una Devotio moderna italiana y aun de una Devotio moderna española, el concepto de Devotio moderna propiamente tal se circunscribe a los Países Bajos.
El adjetivo moderna que acompaña indisolublemente ya al sustantivo Devotio, dice una relación evidente a la via moderna que en el campo de la filosofía se acuñó para designar la nueva corriente del Nominalismo creada por Guillermo de Ockam. Se trata de un paralelismo que no se debe, en sí mismo, al afán de emplear una terminología de moda, sino a que la Devotio moderna y la via moderna de la Filosofía responden a una nueva situación sociocultural y sociorreligiosa que no puede menos de traducirse en nuevas corrientes en el ámbito de la piedad y de la Filosofía como en todos los demás campos de la vida del hombre. Si en Filosofía la via moderna de Guillermo de Ockam se contrapone a la via antiqua, también la Devotio moderna se contrapone a la Devotio antiqua proveniente de la Edad Media.
En este sentido habrá que entender la concisa, pero completa definición, que de la Devotio moderna da el P. Ricardo García Villoslada:
«Entendemos por devotio moderna aquella corriente espiritual que en la segunda mitad del siglo xrv brotó en los Países Bajos por obra principalmente de Gerardo Groot y de su discípulo Florencio Radewijns, corriente que se canalizó en la asociación de los Hermanos de la Vida Común (menos importancia tuvo la de las Hermanas) y en la que en el siglo xiv y principios del XV fertilizó con sus escritos ascético-místicos — especialmente con el De la imitación de Cristo — y con su magisterio y dirección espiritual los jardines de los claustros y los anchos campos del pueblo cristiano».
La Devotio Moderna fue inicialmente un elemento más de aquel gran movimiento de reforma interior llevada a cabo, no por la Iglesia institucional, sino por personas concretas que en cuanto tales trabajaron por la reforma de la Iglesia más bien en el ámbito seglar; al estilo de lo que fueron las Congregaciones de Observancia en el ámbito de las Ordenes religiosas. Sin duda que unos elementos influyen en otros, porque en la Iglesia hay siempre una gran permeabilidad; pero, en sí misma, la Devotio Moderna no depende de las Congregaciones de Observancia ni viceversa. Una y otras son, más bien, ramas de un mismo tronco, al estilo de lo que acaeció con los movimientos pauperísticos y las Ordenes Mendicantes, e incluso con los movimientos heréticos como los Valdenses, en los siglos XII y XIII.
Hay que reconocer, sin embargo, que la Devotio moderna se expandió de tal modo por toda la cristiandad occidental, que, de hecho, influyó en todos los demás movimientos reformadores de la Iglesia.
Características de la «Devotio moderna»
La Devotio moderna es, en el fondo, una reinterpretación de toda la vida cristiana en medio de aquel contexto de rupturas con todo lo que había constituido el entramado de la cristiandad medieval. Por tanto, es una cura de urgencia para un tiempo de emergencia y de crisis casi total de la Iglesia y de la sociedad. En este contexto se explican las constantes fundamentales de la Devotio moderna.