Escrituras

Hemos puesto de manifiesto incidentalmente, que hubo un tiempo (NA: Las «raíces de las plantas», en el n de septiembre de 1946 de los Etudes Traditionnelles.) en que el mundo occidental no tenía a su disposición ninguna lengua sagrada distinta del hebreo; hay en ello, a decir verdad, un hecho bastante extraño que requiere algunas observaciones, y aunque no se pretendan resolver las diversas cuestiones que se plantean a este respecto, la cosa no carece de interés. Es evidente que, si el hebreo puede jugar este papel en Occidente, es en razón de la filiación directa que existe entre las tradiciones judía y cristiana y de la incorporación de las Escrituras hebreas a los Libros Sagrados del Cristianismo; pero se puede preguntar cómo éste no tenía una lengua sagrada que le perteneciese en propiedad, cuyo caso, entre las diferentes tradiciones, aparece como verdaderamente excepcional. 1252 ESOTERISMO CRISTIANO A PROPÓSITO DE LAS LENGUAS SAGRADAS

A este respecto, importa ante todo no confundir las lenguas sagradas con las lenguas simplemente litúrgicas: (NA: Esto importa en tanto que hemos visto a un orientalista calificar de «lengua litúrgica» al árabe, que es en realidad una lengua sagrada, con la intención disimulada pero bastante clara para quien sabe comprender, de despreciar la tradición islámica y esto tiene relación con el hecho de que este mismo orientalista ha hecho en los países de lengua árabe, por lo demás sin éxito, una verdadera campaña para la adopción de la escritura en caracteres latinos.) para que una lengua pueda cumplir este último papel, es suficiente en suma que esté «fijada», exenta de las continuas variaciones que sufren forzosamente las lenguas que son habladas comúnmente; (NA: Preferimos decir aquí «lengua fijada» mejor que «lengua muerta» como es habitual hacerlo, pues, en tanto que una lengua es empleada en usos rituales, no se puede decir que, desde el punto de vista tradicional, esté realmente muerta.) pero las lenguas sagradas son exclusivamente aquellas en las cuales son formuladas las Escrituras de las diferentes tradiciones. Es evidente que toda lengua sagrada es también al mismo tiempo, y con más razón, la lengua litúrgica o ritual de la tradición a la cual pertenece, (NA: Decimos litúrgica o ritual, puesto que el primero de estos dos términos no se aplica propiamente más que a las formas religiosas, mientras que el segundo tiene un significado del todo general y que conviene igualmente a todas las tradiciones.) pero lo inverso no es cierto; así el griego y el latín pueden perfectamente, del mismo modo que algunas otras lenguas antiguas, (NA: Particularmente el sirio, el copto y el eslavo antiguo, en uso en diversas Iglesias orientales.) jugar el papel de lenguas litúrgicas para el Cristianismo (NA: Quede claro que tenemos en cuenta nada más las ramas regulares y ortodoxas del Cristianismo; el Protestantismo bajo todas sus formas no hace uso más que de las lenguas vulgares, por lo que no se puede hablar propiamente de que tenga una liturgia.) pero no son de ninguna forma lenguas sagradas; si se les supone que han podido tener otras veces tal carácter, (NA: El hecho de que no conozcamos los Libros sagrados escritos en esas lenguas no permite descartar absolutamente esta suposición, pues ciertamente han existido en la antigüedad muchas cosas que no nos han llegado; ésta es de las cuestiones que sería seguramente muy difícil resolver actualmente, como por ejemplo, en lo que concierne a la tradición romana, la del verdadero carácter de los Libros sibilinos, así como la de la lengua en la cual fueron redactados.) eso sería en todo caso en tradiciones desaparecidas y con las cuales el Cristianismo no tiene evidentemente ninguna relación de filiación. 1253 ESOTERISMO CRISTIANO A PROPÓSITO DE LAS LENGUAS SAGRADAS

La ausencia de lengua sagrada en el Cristianismo se convierte aún en más sorprendente desde que se pone de manifiesto que, incluso por lo que respecta a las Escrituras hebreas, cuyo texto primitivo existe sin embargo, se sirve «oficialmente» de traducciones griegas y latinas. (NA: La versión de los Setenta y la Vulgata.) En cuanto al Nuevo Testamento, se sabe que el texto sólo se conoce en griego, y que es sobre éste que han sido hechas todas las versiones en otras lenguas, incluso en hebreo y en sirio así, al menos para los Evangelios, es imposible admitir con seguridad que sea esa su verdadera lengua, queremos decir en la que las palabras de Cristo fueron pronunciadas. Es posible sin embargo que no hayan sido escritos nunca efectivamente más que en griego, habiendo sido transmitidos precedentemente de manera oral en la lengua original; (NA: Esta simple acotación sobre el caso de la transmisión oral debería bastar para reducir a nada todas las discusiones de los «críticos» sobre la pretendida fecha de los Evangelios, y bastaría en efecto, si los defensores del Cristianismo no estuvieran ellos mismos más o menos afectados por el espíritu antitradicional del mundo moderno.) pero se puede preguntar entonces por qué la fijación escrita, en cuanto que ha tenido lugar, no se ha hecho también en esa lengua, y esta es una cuestión a la cual sería difícil responder. Sea como fuere, todo esto no deja de presentar ciertos inconvenientes por diversas razones, pues sólo una lengua sagrada puede asegurar la invariabilidad rigurosa del texto de las Escrituras; las traducciones varían necesariamente de una lengua a otra y, además, nunca pueden ser más que aproximativas, teniendo cada lengua sus modos propios de expresión que no corresponden exactamente a los de las otras; (NA: Este estado de cosas no deja de favorecer los ataques de los «exégetas» modernos; incluso si existiesen textos en lengua sagrada, esto no les impediría sin duda discutir, como profanos que son, pero al menos sería entonces más fácil, para todos aquellos que guardan aún algo del espíritu tradicional, no creerse obligados a tener en cuenta sus pretensiones.) incluso cuando guardan tanto como es posible el sentido exterior y literal, aportan en todo caso bastantes obstáculos a la penetración en los demás sentidos más profundos; (NA: Esto es particularmente visible para las lenguas sagradas cuyos caracteres tienen un valor numérico o propiamente hierográfico, que a menudo tiene una gran importancia desde este punto de vista, y al que cualquier traducción no deja evidentemente subsistir.) y podemos damos cuenta por ello de algunas dificultades del todo especiales que presenta el estudio de la tradición cristiana para el que no quiere atenerse a las simples apariencias más o menos superficiales. 1254 ESOTERISMO CRISTIANO A PROPÓSITO DE LAS LENGUAS SAGRADAS

Que quede claro que todo esto no quiere decir de ninguna manera que no haya razones para que el Cristianismo tenga el carácter excepcional de ser una tradición sin lengua sagrada, debe por el contrario tenerlas muy ciertamente, pero es necesario reconocer que no aparecen claramente a primera vista, y sin duda sería necesario, para llegar a desentrañarlas, un trabajo considerable que no podemos emprender aquí; por lo demás, todo lo que toca a los orígenes del Cristianismo y a sus primeros tiempos está desgraciadamente envuelto en muchas oscuridades. Se podría preguntar también si no hay alguna relación entre ese carácter y otro que no deja de ser menos singular: y es que el Cristianismo no posee el equivalente a la parte propiamente «legal» de otras tradiciones; esto es tan cierto que, para suplantarla, ha debido adaptar a su uso el antiguo derecho romano, haciendo además algunos añadidos, pero que no tienen su fuente en las Escrituras. (NA: Se podría decir que, sirviéndonos de un término perteneciente a la tradición islámica, el Cristianismo no tiene shariya; esto es más remarcable en cuanto que, en la filiación tradicional que se puede llamar «abrahámica», se sitúa entre el Judaísmo y el Islam, que tienen por el contrario uno y otro, una shariyah muy desarrollada.) Reprochando estos dos hechos por una parte, y dándose cuenta de que, por otra, como ya lo hemos puesto de manifiesto en otras ocasiones, algunos ritos cristianos parecen, de alguna manera, una «exteriorización» de ritos iniciáticos, se podría preguntar si el Cristianismo original no fue en realidad algo muy diferente de todo lo que se puede pensar actualmente; sino en cuanto a la doctrina, (NA: O, quizá sería necesario decir mejor, a la parte de la doctrina que ha sido generalmente conocida hasta nuestros días; ésta no ha cambiado, ciertamente pero es posible que hayan otras enseñanzas, y ciertas alusiones de los Padres de la Iglesia no parecen poder comprenderse de otra manera; los esfuerzos hechos por los modernos para disimular el alcance de estas alusiones no prueban en suma más que las limitaciones de su propia mentalidad.) al menos en cuanto a los fines en vista de los cuales fue constituido. (NA: El estudio de estas cuestiones nos llevaría a suscitar la de las relaciones del Cristianismo primitivo con el Esenianismo, que es además bastante mal conocido. pero del que se sabe al menos que constituía una organización esotérica relacionada con el Judaísmo; se han dicho sobre esto muchas cosas fantásticas, pero este es un punto que merecería ser examinado seriamente.) No hemos querido aquí, por nuestra parte, más que exponer simplemente estas cuestiones, a las cuales no pretendemos dar ciertamente una respuesta; pero, dado el interés que presenta bajo más de un punto de vista, sería muy de agradecer que alguien que tuviera a su disposición el tiempo y los medios de hacer las investigaciones necesarias, pudiese un día u otro aportar algunas aclaraciones. 1255 ESOTERISMO CRISTIANO A PROPÓSITO DE LAS LENGUAS SAGRADAS