Eckhart – Sermão 8 – In occisione gladii mortui sunt

Foram apedrejados e tentados; foram serrados ao meio; morreram ao fio da espada; andaram vestidos de peles de ovelhas e de cabras, necessitados, aflitos e maltratados (Hb 11:37)

Leemos de los mártires que «murieron al filo de la espada» ( Hebreos 11, 37 ). Nuestro Señor dijo a sus discípulos: «Bienaventurados sois vosotros si sufrís algo por mi nombre» ( Cfr. Mateo 5, 11 y 10, 22 ).


Brugger

1. Ahora bien, se dice que «murieron». Esto de que «murieron» significa en primer término que se acaba cualquier cosa sufrida en este mundo y en esta vida. Dice San Agustín: Toda pena y cualquier obra trabajosa se acaban, pero es eterna la recompensa que Dios da por ellas. En segundo lugar, ( significa ) que debemos tener presente que esta vida entera es mortal de modo que no hemos de temer todas las penas y trabajos que nos puedan sobrevenir, pues se acabarán. En tercer lugar, que debemos comportarnos como si estuviéramos muertos de modo que no nos afecte ni lo agradable ni lo penoso. Dice un maestro: Nada es capaz de tocar al cielo, y esto quiere decir que es un hombre celestial aquel para quien todas las cosas no valen tanto que puedan afectarlo. Dice un maestro: Como todas las criaturas son tan ruines, ¿a qué se debe que pueden apartar al hombre tan fácilmente de Dios; y eso que el alma en su parte menos valiosa es más preciosa que el cielo y todas las criaturas? Él dice: Se debe a que aprecia poco a Dios. Si el hombre apreciara a Dios como debería hacerlo, sería casi imposible que cayera alguna vez. Y es una enseñanza buena ( según la cual ) el hombre debe comportarse en este mundo como si estuviera muerto. Dice San Gregorio que nadie puede poseer a Dios en grado considerable si no está muerto hasta el fondo para este mundo.

2. La cuarta enseñanza es la mejor de todas. Dice que «murieron». La muerte, ( sin embargo ), les otorga un ser. Afirma un maestro: La naturaleza nunca destruye nada a no ser que dé algo mejor. Cuando el aire se convierte en fuego, entonces es algo mejor; mas, cuando el aire se convierte en agua, es una destrucción y un error. Si ( incluso ) la naturaleza actúa así, cuánto más lo hace Dios: nunca destruye sin dar algo mejor. Los mártires están muertos y perdieron una vida ( pero, en cambio ) recibieron un ser. Dice un maestro que lo más noble son ( el ) ser y ( la ) vida y ( el ) conocimiento. ( El ) conocimiento es más sublime que ( la ) vida o ( el ) ser, pues en el hecho de conocer posee a la vez ( la ) vida y ( el ) ser. Mas luego, ( la ) vida es más noble que ( el ) ser o ( el ) conocer, como en el caso del árbol que vive, mientras la piedra ( sólo ) tiene el ser. Pero, si por otra parte, concebimos al ser como puro y acendrado, tal como es en sí mismo, entonces el ser es más sublime que ( el ) conocimiento o ( la ) vida. Han perdido una vida y encontrado un ser. Dice un maestro que nada se asemeja tanto a Dios como ( el ) ser; ( una cosa ), en cuanto tiene ser, en tanto se asemeja a Dios. Dice un maestro: ( El ) ser es tan puro y tan elevado que todo cuanto es Dios, es ser. Dios no reconoce nada fuera del ser, no sabe nada fuera de su ser, ( el ) ser es su anillo. Dios no ama nada fuera de su ser, no piensa en nada fuera de su ser. Yo digo: Todas las criaturas son un solo ser. Dice un maestro que ciertas criaturas se hallan tan cerca de Dios y poseen tanta luz divina impresa en ellas, que dan ( el ) ser a otras criaturas. Esto no es verdad, porque ( el ) ser es tan elevado y tan puro y tan afín a Dios, que nadie puede dar ( el ) ser sino sólo Dios en sí mismo. La esencia más propia de Dios es ( el ) ser. Dice un maestro: Una criatura bien puede darle vida a otra. Justamente por eso, todo cuanto es de alguna manera, está fundamentado tan sólo en ( el ) ser. Ser es un nombre primigenio. Todo cuanto es defectuoso, es un abandono del ser. Nuestra vida entera debería ser un ser. Nuestra vida, en cuanto es un ser, en tanto está en Dios. Nuestra vida es afín a Dios en la medida en que está recogida en ( el ) ser. Por mezquina que sea nuestra vida, si se la aprehende en cuanto es ser, es más noble que cualquier cosa que alguna vez haya logrado vivir. Estoy seguro de que si un alma conociera lo más insignificante que tiene ser, nunca más le daría la espalda por un solo momento. Lo más pobre que se conociera dentro de Dios -aunque se conociera sólo una flor tal como tiene su ser en Dios- sería más noble que todo el mundo. Lo más insignificante que se halla en Dios, en cuanto es un ser, es mejor que un ángel si alguien lo llegara a conocer.

3. Si el ángel se dirigiera hacia las criaturas para conocerlas, se haría de noche. Dice San Agustín:Cuando los ángeles llegan a conocer a las criaturas sin Dios, hay un crepúsculo vespertino, pero cuando llegan a conocer a las criaturas en Dios, hay un crepúsculo matutinal. Si conocen a Dios como Él es ser, puramente en sí mismo, esto es el mediodía reluciente. Yo digo: El hombre debería comprender y conocer lo noble que es el ser. No hay criatura tan insignificante que no apetezca el ser. Las orugas, cuando caen de los árboles, suben penosamente por una pared para conservar su ser. ¡Tan noble es el ser! Alabamos la muerte sufrida junto a Dios para que Él nos traslade a un ser mejor que la vida: un ser en el cual vive nuestra vida, ahí donde nuestra vida se convierte en ser. El hombre debe entregarse a la muerte de buen grado y morir para obtener un ser mejor.

4. A veces digo que un leño es superior al oro; esto es muy sorprendente. Una piedra en cuanto tiene ser, es más noble que Dios y su divinidad sin ser, puesto el caso de que se le pueda quitar ( el ) ser. Ha de ser una vida muy vigorosa aquella en que las cosas muertas cobran vida ( y ) en la cual aun la muerte llega a ser vida. Para Dios no muere nada: todas las cosas viven en Él. «Están muertos» dice la Escritura con respecto a los mártires y se hallan trasladados a una vida eterna, aquella vida donde la vida es ser. Debemos estar muertos a fondo, de modo que no nos afecten ni lo agradable ni lo penoso. Cuanto hay que conocer debe conocerse en su causa. Nunca podemos conocer una cosa como es verdaderamente en sí misma, si no la conocemos en su causa. Jamás puede ser ( un ) conocimiento ( verdadero ) aquel que no conozca una cosa en su causa evidente. Así también, la vida nunca puede ser acabada, a no ser que se la refiera a su causa evidente, ahí donde la vida es un ser que el alma recibirá cuando muera hasta el fondo para que vivamos en la vida donde ( la ) vida es ser. Aquello que nos impide perseverar en esta ( disposición ), lo señala un maestro diciendo: Se debe al hecho de que toquemos ( el ) tiempo. Todo cuanto toca ( el ) tiempo, es mortal. Dice un maestro: El curso del cielo es eterno; es bien cierto que el tiempo proviene de él, ( pero ) esto sucede por una desviación. ( Mas ), en su curso es eterno; no sabe nada del tiempo y esto implica que el alma ha de ser puesta en un ser puro. El segundo ( impedimento ) se da cuando algo contiene en sí su contrario. ¿Qué es ( un ) contrario? Lo agradable y lo penoso, lo blanco y lo negro, constituyen contrarios y éstos no permanecen en ( el ) ser.

5. Dice un maestro: El alma ha sido dada al cuerpo para su purificación. El alma, cuando se halla separada del cuerpo, no tiene ni entendimiento ni voluntad: es una sola cosa, no sería capaz de reunir suficiente fuerza para volverse hacia Dios; los posee ( el entendimiento y la voluntad ), es cierto, en su fondo, por cuanto éste es su raíz, pero no en su actuación. El alma es purificada en el cuerpo para que reúna lo que está disperso y llevado afuera. Si aquello que los cinco sentidos llevan afuera, entra de nuevo en el alma, ésta tiene una fuerza en la cual todo se vuelve uno. Por otra parte, ella ( el alma ) es purificada en el ejercicio de las virtudes; esto sucede cuando el alma trepa a una vida que está unificada. La pureza del alma consiste en que fue purificada de una vida dividida y entra en una vida unificada. Todo cuanto está dividido en las cosas inferiores, es unido cuando el alma trepa a una vida en la cual no existe contrario. Cuando el alma llega a la luz del entendimiento, no sabe nada del contrario. Aquello que se desprende de esta luz, cae en la mortalidad y muere. En tercer lugar, la pureza del alma reside en que no está inclinada hacia ninguna cosa. Aquello que se inclina hacia otra cosa, cualquiera que sea, muere y no puede perdurar.

6. Rogamos a Dios, Nuestro querido Señor, que nos ayude ( a pasar ) de una vida dividida a una vida unificada. Que Dios nos ayude a lograrlo. Amén.