User Tools

Site Tools


origenes:origenes-subordinacao-filho

Origenes Subordinação Filho

Orígenes — DOS PRINCÍPIOS

A não aceitação da filiação divina, é uma insubordinação; o Filho de Deus é sub-ordenado ao Pai, como tão bem afirma o Evangelho de João. (vide Pai-Filho) Subordinação do Filho De Principiis III, 5,6

6. Pero como hemos dicho que todas las almas que vivieron en este mundo tuvieron necesidad de muchos ministros, o gobiernos, o ayudantes; así, en los últimos tiempos, cuando el final del mundo es ya inminente y cercano, y toda la raza humana está al borde de la última destrucción, y cuando no sólo los que han sido gobernados por otros han sido reducidos a debilidad, sino también aquellos a quien ha sido encomendado el cuidado y gobierno, ya no será necesaria tal ayuda, ni tales defensores, sino que será requerida la ayuda del Autor y el Creador para restaurar en uno la disciplina de la obediencia, que había sido corrompida y profanada, y en otro la disciplina de gobernar.

De ahí que el Hijo unigénito de Dios, que fue la Palabra y la Sabiduría del Padre, cuando estaba en posesión de la gloria con el Padre, que tenía antes de que el mundo fuese (Jn 17,5), se despojó a sí mismo de ella y tomando la forma de siervo, “hecho obediente hasta la muerte, y muerte de cruz” (Ph 2,8), “y aunque era Hijo, por lo que padeció aprendió la obediencia; y consumado, vino a ser causa de eterna salud a todos los que le obedecen” (He 5,8, 9). Él también restauró las leyes de dominio y gobierno que habían sido corrompidas, al someter a todos sus enemigos bajo sus pies, para por este medio -“porque es necesario que Él reine, hasta poner a todos sus enemigos debajo de sus pies y destruya al último enemigo, la muerte” (1Co 15,25)- poder enseñar moderación en su gobierno a los mismos gobernadores.

Como vino, pues, a restaurar no la disciplina de gobierno solamente, sino la obediencia, como hemos dicho, realizando primeramente Él lo que deseaba que otros realizaran; por eso fue obediente al Padre, no sólo hasta la muerte en la cruz, sino también hasta el fin del mundo, abrazando en Él a todos los que sujeta al Padre, que por Él alcanzan la salvación; Él mismo, juntamente con ellos y en ellos, se sujetará al Padre (1Co 15,28); todas las cosas subsisten en Él, y Él es la cabeza de todas las cosas (Col 1,17-18), en quien está la salvación y la plenitud de los que obtienen la salvación. Por eso el apóstol dice consecuentemente: “Mas luego que todas las cosas le fueren sujetas, entonces también el mismo Hijo se sujetará al que le sujetó a él todas las cosas, para que Dios sea todas las cosas en todos” (1Co 15,28).

/home/mccastro/public_html/cristologia/data/pages/origenes/origenes-subordinacao-filho.txt · Last modified: by 127.0.0.1