Discordia (Mt X, 34-36; Lc XII, 51-53)

LOGIA JESUS — A DISCÓRDIA — A DIVISÃO (Mt X, 34-36; Lc XII, 51-53)

VIDE: ODIAR TUA ALMA


EVANGELHO DE JESUS:
34 «Não penseis que eu venho trazer a paz à terra. Eu não venho trazer a paz, mas a espada. 35 Sim, eu venho separar o homem de seu pai, a filha de sua mãe, a nora de sua sogra. 36 Os inimigos do homem são as pessoas de sua casa. (Chouraqui; Mt 10:34-36)

51 Credes que vim dar a paz sobre a terra? Não, eu vos digo, mas a divisão! 52 Sim, doravante, cinco em uma casa se dividem: três contra dois, dois contra três. 53 Dividem-se pai contra filho e filho contra pai; mãe contra filha e filha contra mãe; sogra contra nora e nora contra sogra.» (Chouraqui; Lc 12:51-53)

A referência à “terra” é significativa, enquanto nesta não há paz e nem como Jesus aportá-la. Não se trata de uma referência a algo físico, obviamente, dada a sequência do dito de Jesus, se referindo a “pessoas da morada do ser humano”, em conflito. A espada designa o que Jesus aporta para a lida com os “cinco” na “casa” do ser humano. Uma reflexão sobre estes cinco mencionados (pai, filho, mãe, filha e nora), veja abaixo os comentários do Evangelho de Tomé. Traduzir diretamente a rica simbologia deste dito, identificando cada referência a algo de “conhecido”, não é meditá-lo. A possibilidade de se considerar estas palavras de Jesus como muito duras, dirigidas a um povo de dura cerviz, me parece atenuar a força e a profundidade da expressão escolhida por Jesus.


Citações de Padres — nosso site francês

Tomas de Aquino: Catena aurea — MateusLucas

Romano Guardini: DISCÓRDIA


Roberto Pla: Evangelho de ToméLogion 16, Logion 71 e Logion 101 (recomendo estes comentários)


Maurice Nicoll: EL NUEVO HOMBRE [MNNM]

El significado de esto no es externo ni literal. Trata de una tormenta interior, de un cambio que ocurre en la psicología total del hombre, un cambio en todo cuanto en él es un “padre”, “madre”, “hija”, “nuera”, “suegra”, etc., en un sentido psicológico, naturalmente. Tiene que alterar todas las relaciones para consigo mismo, y esto significa que debe cambiar los pensamientos y sentimientos que tenga acerca de sí. La casa de un hombre significa todo cuanto hay dentro del hombre mismo, no su cuerpo, sino su psicología; tal es la casa, la morada de los diferentes aspectos de sí mismo. Todas las ideas, todas las actitudes que fueron el “padre” o la “madre” de sus pensamientos, de sus puntos de vista y de sus opiniones, y de toda relación derivada de ellos tienen que cambiar en vista de la espada, la que simboliza el poder de la Verdad de un orden superior. Cuando el hombre encuentra este orden superior de la Verdad, ya no puede permanecer en paz consigo mismo tal cual es. Tiene que comenzar a pensar de una manera nueva, y nadie puede hacerlo de este nuevo modo con sólo agregar un conocimiento más a lo que ya piensa. Todo el hombre tiene que cambiar; es decir, que debe transformar su mente antes que nada. Esta parábola se refiere al punto de partida de la enseñanza de Cristo, pues sugiere al hombre que empieza a pensar por sobre lo que siempre lo ha hecho, a pensar de un modo completamente nuevo acerca de si mismo, de su significado y de su propósito. No es arrepentimiento, como se ha traducido esta expresión; significa, más bien, un nuevo pensamiento, o una nueva manera de pensar, más allá y por encima de todo cuanto pensó antes. Del mismo modo, la justicia de que habla Cristo está por encima y más allá de todo cuanto el hombre ha utilizado para justificarse y para considerar que siempre tiene la razón, que está siempre en lo justo. Se trata, en verdad, de meta-justicia.