Si consideramos por ejemplo la tradición hebrea, vemos que se habla en el Sepher Ietsirah del «Palacio Santo» o «Palacio interior», que es el verdadero «Centro del Mundo» en el sentido cosmogónico del término; y vemos también que este «Palacio Santo» tiene su imagen en el mundo humano, por su residencia en un cierto lugar de la Shekinah, que es la «presencia real» de la Divinidad (NA: Ver nuestros artículos sobre El Corazón del Mundo en la Kábala hebrea y la Tierra Santa y el Corazón del Mundo, en la revista Regnabit, julio-agosto y septiembre-octubre de 1926, cf. también cap. IV de El Simbolismo de la Cruz.) para el pueblo de Israel, esta residencia de la Shekinah era el Tabernáculo (NA: Mishkan) que, por esta razón, era considerado como el «Corazón del Mundo» porque era efectivamente el centro espiritual de su propia tradición. Este centro además, no fue al principio un lugar fijo; cuando se trata de un pueblo nómada, como era el caso, su centro espiritual debe desplazarse con él aun permaneciendo, no obstante, siempre el mismo en el curso de ese desplazamiento. «La residencia de la Shekinah dice el Sr. Vuillaud, no fue fijada más que el día en que el Templo fue construido, para lo cual David había preparado el oro, la plata y todo lo que Salomón necesitaba para concluir la obra. (NA: Es bueno hacer notar que las expresiones que son empleadas aquí evocan la asimilación que ha sido establecida frecuentemente entre la construcción del Templo, considerado en su significado ideal, y la «Gran Obra» de los hermetistas.) El Tabernáculo de la Santidad de Jehovah, la residencia de la Shekinah, es el Santo de los Santos, que es el corazón del Templo, que es el mismo centro de Sión en el centro de la Tierra de Israel, como la Tierra de Israel es el centro del mundo». (NA: La Kabbale juive, París, 1923, t. p. 509.) Se puede resaltar que hay aquí una serie de extensiones dadas gradualmente a la idea del centro en las aplicaciones que son hechas sucesivamente, de manera que el nombramiento de «Centro del Mundo» o de «Corazón del Mundo» es finalmente extendido a la Tierra de Israel entera, en tanto que ésta es considerada como la «Tierra Santa»; es necesario añadir que bajo el mismo punto de vista recibe también, entre otras denominaciones, la de «Tierra de los Vivos». Se ha hablado de que la «Tierra de los Vivos comprende siete tierras», y el Sr. Vuillaud observa que «esta Tierra es Canaan en la que había siete pueblos», (NA: Ibid., t. II, p. 116.) lo que es exacto en sentido literal, aunque una interpretación simbólica sea igualmente posible. Esta expresión de «Tierra de los Vivos» es exactamente sinónima de «morada de inmortalidad», y la liturgia católica la aplica a la morada celeste de los elegidos que estaba representada por la Tierra prometida, puesto que Israel al penetrar en ella debía ver el fin de sus tribulaciones. Desde otro punto de vista aún, la Tierra de Israel en tanto que centro espiritual, era una imagen del cielo, pues según la tradición judía «todo lo que hacen los israelitas sobre la tierra es cumplido según las pautas de lo que pasa en el mundo celeste». (NA: Ibid., t. I, p. 501.) ESOTERISMO CRISTIANO: LOS GUARDIANES DE TIERRA SANTA
En uno de sus últimos artículos (NA: Regnabit, junio de 1925.) el Sr. Charbonneau-Lassay señala muy acertadamente, refiriéndose a lo que se podría llamar la «prehistoria del Corazón Eucarístico de Jesús», a la leyenda del Santo Grial, escrita en el siglo XII pero muy anterior por sus orígenes, puesto que es en realidad una adaptación cristiana de muy antiguas tradiciones célticas. La idea de esta relación nos fue ya mostrada con ocasión de un artículo anterior, extremadamente interesante desde el punto de vista en el que nos situamos, titulado Le coeur humain et la notion du Coeur de Dieu dans la religion de l’ancienne Egypte (NA: Id., noviembre de 1921.) y del que recordaremos el pasaje siguiente: «En los jeroglíficos, escritura sagrada en los que a menudo la imagen de la cosa representa la palabra que la designa, el corazón fue sin embargo, figurado por un emblema: la vasija. El corazón del hombre ¿no es en efecto la vasija en la que su vida se elabora continuamente con su sangre?». Es esta vasija, tomada como símbolo del corazón y sustituyendo a éste en la ideografía egipcia, lo que nos había hecho pensar inmediatamente en el Santo Grial, tanto más cuanto que en este último, además del sentido general del símbolo (NA: considerado a la vez bajo sus dos aspectos divino y humano), vemos incluso una relación especial y mucho más directa con el Corazón de Cristo. ESOTERISMO CRISTIANO: EL SAGRADO CORAZÓN Y LA LEYENDA DEL SANTO GRIAL
En efecto, el Santo Grial es la copa que contiene la preciosa sangre de Cristo, y que la contiene dos veces, puesto que sirvió primero en la Cena, y después para que José de Arimatea recogiese la sangre y el agua que escaparon de la herida abierta por la lanza del centurión en el costado del Redentor. Esta copa se sustituye de alguna manera por el Corazón de Cristo como receptáculo de su sangre, toma por así decirlo su lugar y se convierte en un equivalente simbólico; ¿y no es por eso aún más notable, en esas condiciones, que la vasija haya sido ya antiguamente un emblema del corazón? Además, la copa, bajo una u otra forma, juega, tanto como el corazón mismo, un papel muy importante en muchas tradiciones antiguas; y sin duda fue así para los Celtas, puesto que fue de estos de donde vino lo que constituyó el fondo o al menos la trama de la leyenda del Santo Grial. Es lamentable que no se pueda saber con precisión cuál fue la forma de esta tradición anteriormente al Cristianismo, como ocurre por lo demás con todo lo que concierne a las doctrinas celtas, para las cuales la enseñanza oral fue siempre el único modo de transmisión utilizado; pero existen, por otra parte, bastantes concordancias para que al menos pueda ser fijado el sentido de los principales símbolos que representaron, y que era en suma, lo que tenían de más esencial. ESOTERISMO CRISTIANO: EL SAGRADO CORAZÓN Y LA LEYENDA DEL SANTO GRIAL
Se dice más tarde que el Grial fue confiado a Adán en el Paraíso terrenal, pero que, después de su expulsión, Adán lo perdió a su vez, pues no se lo pudo llevar con él cuando fue desterrado del Edén, y esto aún aclara más el sentido que nosotros acabamos de indicar. El hombre, desplazado de su centro original por su propia falta, se encuentra en adelante encerrado en la esfera temporal; no podía reunir el punto único en el que todas las cosas son contempladas bajo el aspecto de la eternidad. El Paraíso terrenal, en efecto, era verdaderamente el «Centro del Mundo», asimilado simbólicamente al Corazón divino; ¿y no se puede decir que Adán, cuando estaba en el Edén, vivía verdaderamente en el Corazón de Dios? ESOTERISMO CRISTIANO: EL SAGRADO CORAZÓN Y LA LEYENDA DEL SANTO GRIAL
Lo que sigue es más enigmático: Seth pudo volver a entrar en el Paraíso terrenal y pudo recobrar la preciosa vasija; así pues, Seth es una de las figuras del Redentor, tanto más cuanto que su nombre expresa las ideas de fundamento, estabilidad, y anuncia de alguna forma la restauración del orden primordial destruido por la caída del hombre. Había, pues, desde entonces al menos, una restauración parcial, en el sentido que Seth y los que después poseyeron el Grial podían por ello mismo establecer, en alguna parte de la tierra, un centro espiritual que fuese una imagen del Paraíso perdido. La leyenda, además, no dice dónde ni por quién fue conservado el Grial hasta la época de Cristo, ni cómo fue asegurada su transmisión; pero el origen celta que se le reconoce debe probablemente dejar entender que los Druidas tomaron parte en ellos y debían ser tenidos en cuenta entre los conservadores regulares de la tradición primordial. En todo caso, la existencia de tal centro espiritual, o de muchos. simultánea o sucesivamente, no parece que pueda ser puesta en duda, aunque es preciso pensar en su localización; lo que es de resaltar es que se une siempre a esos centros, entre otras designaciones, la de «Corazón del Mundo», y que en todas las tradiciones, las descripciones que se hacen de él están basadas sobre un simbolismo idéntico, que es posible seguir hasta en los detalles más precisos. ¿No muestra esto suficientemente que el Grial o lo que así es representado, ya tenía anteriormente al Cristianismo, e incluso en todo tiempo, un nexo de los mas estrechos con el Corazón divino y con el Emmanuel, queremos decir con la manifestación, virtual o real según las edades, pero siempre presente, del Verbo eterno en el seno de la humanidad terrestre? ESOTERISMO CRISTIANO: EL SAGRADO CORAZÓN Y LA LEYENDA DEL SANTO GRIAL
Después de la muerte de Cristo, el Santo Grial fue, según la leyenda, transportado a Gran Bretaña por José de Arimatea y Nicodemo; entonces comienza a desarrollarse la historia de los Caballeros de la Tabla Redonda y de sus hazañas, que no intentaremos seguir aquí. La Tabla Redonda estaba destinada a recibir el Grial cuando uno de los Caballeros llegara a conquistarlo y lo transportase de Gran Bretaña a Armórica; y esta tabla es también un símbolo verosímilmente muy antiguo, uno de los que fueron asociados a la idea de los centros espirituales a los que acabamos de hacer alusión. La forma circular de la tabla está además ligada al «ciclo zodiacal» (NA: un símbolo que merecería ser estudiado más a fondo) por la presencia a su alrededor de los doce personajes principales, particularidad que se vuelve a encontrar en la constitución de todos los centros que tratamos. Dicho esto, ¿no puede verse en el número de los doce Apóstoles un rastro, entre una multitud de otros, de la perfecta conformidad del Cristianismo con la tradición primordial, a la cual el nombre de «precristianismo» convendría tan exactamente? Y por otra parte, a propósito de la Tabla Redonda, hemos constatado una extraña concordancia en las revelaciones simbólicas hechas a Marie des Vallées (NA: ver Regnabit, noviembre 1924), y donde es mencionada «una tabla redonda de jaspe, que representa el Corazón de Nuestro Señor», al mismo tiempo que hay un «Jardín que es el Santo Sacramento del altar», y que, con sus «cuatro fuentes de agua viva» se identifica misteriosamente con el Paraíso terrenal; ¿no es esto una confirmación bastante sorprendente e inesperada de las relaciones que señalamos más arriba? ESOTERISMO CRISTIANO: EL SAGRADO CORAZÓN Y LA LEYENDA DEL SANTO GRIAL
Uno de los símbolos de los que queremos hablar es el del triángulo cuyo vértice está dirigido hacia abajo; es como una especie de representación esquemática de la copa sacrificial, y se reencuentra a este nivel en ciertos yantras o símbolos geométricos de la India. Por otra parte, lo que es muy remarcable desde nuestro punto de vista, es que la misma figura es igualmente un símbolo del corazón, pues reproduce además su forma y la simplifica; el «triángulo del corazón» es una expresión corriente en las tradiciones orientales. Esto nos lleva a una observación que tiene también su interés: es que la representación del corazón inscrito en un triángulo dispuesto así tiene en sí algo muy legítimo, ya se trate de un corazón humano o del Corazón divino, y que es bastante significativa cuando se la relaciona con los emblemas usados por cierto hermetismo cristiano de la Edad Media, cuyas intenciones fueron siempre plenamente ortodoxas. Si se ha querido a veces, en los tiempos modernos, atribuir a tal representación un sentido blasfemo, (NA: Regnabit, agosto-septiembre de 1924.) es que se ha alterado, conscientemente o no, el significado primitivo de los símbolos, hasta invertir su valor normal; ahí se da un fenómeno del que se podrían citar varios ejemplos, y que encuentra además su explicación en el hecho de que algunos símbolos son efectivamente susceptibles de una doble interpretación y tienen dos caras opuestas. La serpiente por ejemplo y también el león ¿no significan a la vez y según el caso, a Cristo y a Satán? No podemos pensar en exponer aquí a este respecto una teoría general que nos alejaría mucho del tema, pero se comprenderá que hay algo que hace muy delicado el manejo de los símbolos, y también que este punto requiere una atención especial cuando se trata de descubrir el sentido real de algunos emblemas y de traducirlos correctamente. ESOTERISMO CRISTIANO: EL SAGRADO CORAZÓN Y LA LEYENDA DEL SANTO GRIAL
Por otra parte, puesto que ha salido aquí el tema de la Rosacruz a propósito del sello de Lutero, (NA: Id. enero de 1925.) diremos que este emblema hermético fue en principio específicamente cristiano, sean cuales fueren las falsas interpretaciones más o menos «naturalistas» que han sido dadas a partir del siglo XVII; y ¿no es destacable que la rosa ocupe, en el centro de la cruz, el lugar del Sagrado Corazón? Fuera de las representaciones en que las cinco llagas del Crucificado son figuradas por otras tanta rosas, la rosa central, cuando está sola, puede identificarse con el Corazón mismo, la vasija que contiene la sangre, que es el centro de la vida y también el centro del ser completo. ESOTERISMO CRISTIANO: EL SAGRADO CORAZÓN Y LA LEYENDA DEL SANTO GRIAL