Caballería del Santo Grial

Debemos añadir ahora que el simbolismo de la «Tierra Santa» tiene un doble sentido: que sea referido al Centro supremo o a un centro subordinado, representa no solamente ese centro mismo sino también, por una asociación que es completamente natural, la tradición que emana o que es conservada, es decir, en el primer caso, la Tradición primordial y en el segundo, una cierta forma tradicional particular. (NA: Analógicamente, desde el punto de vista cosmogónico, el «Centro del Mundo» es el punto original desde donde es proferido el Verbo creador, y es también el Verbo mismo.) Este doble sentido se vuelve a encontrar paralelamente y de una forma muy clara en el simbolismo del «Santo Grial», que es a la vez un vaso (NA: grasale) y un libro (NA: gradale o graduale); este último aspecto designa manifiestamente la tradición, mientras que el otro concierne más directamente al estado correspondiente a la comprensión efectiva de esa tradición; es decir, el «estado edénico» si se trata de la Tradición primordial, y aquel que ha llegado a este estado es, por ello mismo, reintegrado al Pardes, de tal manera que se puede decir que su residencia es desde entonces el «Centro del Mundo». (NA: Es importante tener en cuenta a este propósito que en todas las tradiciones, los lugares simbolizan estados. Por otra parte, resaltaremos que hay un parentesco evidente entre el símbolo del vaso o de la copa y el de la fuente que ha salido más arriba, se ha visto también que, en los egipcios, el vaso era el jeroglífico del corazón, centro vital del ser. Finalmente recordemos lo que ya hemos dicho en otras ocasiones respecto al vino como sustituto del soma védico y como símbolo de la doctrina oculta; todo esto, bajo una forma u otra, trata siempre del «brebaje de inmortalidad» y de la restauración del «estado primordial».) No es sin motivo que recordamos aquí estos dos símbolos pues su estrecha similitud muestra que cuando se habla de la «Caballería del Santo Grial» o de los «guardianes de Tierra Santa», lo que debe entenderse por estas dos expresiones es exactamente lo mismo; nos queda por explicar, en la medida de lo posible, en qué consiste propiamente la función de estos «guardianes», función que en particular fue la de las Templarios. (NA: Saint-Yves d’Alveydre emplea para designar a los «guardianes» del Centro supremo, la expresión de «Templarios del Agartha»; las consideraciones que exponemos aquí harán ver la justicia de este término, que de por sí quizá no habría recogido plenamente todo el significado.) ESOTERISMO CRISTIANO: LOS GUARDIANES DE TIERRA SANTA

Por otra parte se puede comprender, en estas condiciones, que la destrucción de la Orden de los Templarios haya entrañado para Occidente la ruptura de las relaciones regulares con el «Centro del Mundo»; y es en el siglo XIV hasta el que hay que remontar la desviación que debía inevitablemente resultar de esta ruptura, y que ha ido en aumento gradualmente hasta nuestra época. Esto no quiere decir que todo ligamen haya sido cortado de un solo golpe; durante bastante tiempo, las relaciones pudieron ser mantenidas en cierta medida, pero solamente de forma oculta, por intermedio de organizaciones como la Fede Santa o los «Fieles de Amor», como la «Caballería del Santo Grial», y sin duda bastantes otras, todas herederas del espíritu de la Orden del Temple y la mayor parte relacionadas con ella por una filiación más o menos directa. Los que conservaron vivo este espíritu y que inspiraron esas organizaciones sin constituirse nunca ellos mismos en un grupo definido fueron los que se llamaron, con un nombre esencialmente simbólico, los Rosa-Cruces; pero llegó un día que esos Rosacruces debieron abandonar Occidente, donde las condiciones habían llegado a ser tales que su acción no podía ejercerse mas, y se dice que entonces se retiraron a Asia, reabsorbidos de alguna manera hacia el Centro supremo del que ellos eran una emanación. Para el mundo occidental no hay «Tierra Santa» que guardar, puesto que el camino que conduce a ella está completamente perdido desde entonces; ¿cuánto tiempo durará esta situación todavía? Ésta es una cuestión a la que no nos pertenece aportar una repuesta; no queremos arriesgar ninguna predicción, la solución depende de Occidente mismo, pues sólo volviendo a las condiciones normales y reinstaurando el espíritu de su propia tradición, tiene aún posibilidad de hacerlo, y podrá ver abrirse de nuevo la vía que lleva al «Centro del Mundo». ESOTERISMO CRISTIANO: LOS GUARDIANES DE TIERRA SANTA