Bazan Tratado Ressurreição

Biblioteca de Nag HammadiTRATADO DA RESSURREIÇÃO
Gnosticismo
Francisco García Bazán
Próximo doctrinariamente al E.V. se encuentra el tratado Sobre la resurrección o Epístola a Reginos. Es un escrito breve, que tiene la forma literaria de una carta, pero que por su contenido se delata como una exposición discursiva sobre el tema de la resurrección. El autor de la carta no se menciona en el documento, pero se trata -de un maestro gnóstico, cuya orientación valentiniana está impregnada de platonismo alejandrino. El destinatário de la epístola sí se nombra, se llama Reginos y vive en Palestina. El escrito se compone de una introducción en la que se detalla el motivo de la carta (43,25-44,10); las dudas de Reginos con las respuestas del maestro, algunas amonestaciones y el saludo final (46,3-50,16) y el centro del escrito en torno a la noción de resurrección, basada sobre Jesucristo como el paradigma de la realización esencial (44,13-46 2). Precisamente éste es el tema que permite el desarrollo del discurso. Aqui la resurrección, muy gnósticamente, se considera pneumaticamente. Es decir, que tomando uno de los aspectos paulinos que la declara como un paso de la muerte a la vida, nuestra epístola ahonda en esta oposición entre la ausência o presencia de la gracia divina en el corazón humano, presentando Ia resurrección, más especificamente, como el renacimiento o la captación de la propia naturaleza espiritual que subyace en el ser humano cambiante, como su fundamento inmodificable. De este modo, es posible mostrar el mistério de la resurrección como una realidad espiritual que acaece durante la misma existencia mortal, como una iluminación de la profundidad íntima que se da en la misma historia individual, pero sobre ella. En una palabra, lo que eclesiásticamente se denomina una “escatología realizada”. En otras palabras, la autognosis es lo fundamental y para nada necesita de la persona humana, porque lo importante es la autcmanifestación que se da en el reencuentro del Sí-Mismo. En ningún momento el documento da asidero para interpretar esta doctrina antropomórficamente, pues según él, si el hombre está fatalmente condenado a algo es, precisamente, a ser hombre.