Hay un maestro llamado Avicena que dice: La nobleza del espíritu que se mantiene desasido es tan grande que cualquier cosa que vea, es verdadera y cualquier cosa que pida, le está concedida y en cualquier cosa que mande, se le debe obedecer. Y has de saber con certeza: Cuando el espíritu libre se mantiene en verdadero desasimiento, lo obliga a Dios a (acercarse) a su ser; y si fuera capaz de estar sin ninguna forma ni accidente, adoptaría el propio ser de Dios. Pero este (ser) no lo puede dar Dios a nadie fuera de Él mismo; por lo tanto, Dios no le puede hacer al espíritu desasido otra cosa que dársele Él mismo. Y el hombre que se halle así en perfecto desasimiento, será elevado a la eternidad, en forma tal que ninguna cosa perecedera lo pueda conmover, que no sienta nada que sea corpóreo, y se dice que está muerto para el mundo porque no le gusta nada que sea terrestre. A esto se refirió San Pablo cuando dijo: «Vivo y, sin embargo, no vivo; Cristo vive en mí» (Gal. 2, 20). ECKHART: TRATADOS DEL DESASIMIENTO 3
Avicena (Eckhart)
- Simeão Teólogo Stethatos
- símil (Eckhart)
- símiles (Eckhart)
- similitud (Eckhart)
- Simplicité et charité.
- Sinal da Cruz (Jo VIII, 21-30)
- Sinal de Abraão (Jo VIII 31-59)
- Sinal de Jonas (Mt XVI, 1-4; Mt XII, 38-42; Mc VIII, 10-13; Lc XI, 29-32; Lc XII,54-56; Jo VI, 30)
- sincérité (Orígenes)
- Sincérité envers soi-même