Hay un maestro llamado Avicena que dice: La nobleza del espíritu que se mantiene desasido es tan grande que cualquier cosa que vea, es verdadera y cualquier cosa que pida, le está concedida y en cualquier cosa que mande, se le debe obedecer. Y has de saber con certeza: Cuando el espíritu libre se mantiene en verdadero desasimiento, lo obliga a Dios a (acercarse) a su ser; y si fuera capaz de estar sin ninguna forma ni accidente, adoptaría el propio ser de Dios. Pero este (ser) no lo puede dar Dios a nadie fuera de Él mismo; por lo tanto, Dios no le puede hacer al espíritu desasido otra cosa que dársele Él mismo. Y el hombre que se halle así en perfecto desasimiento, será elevado a la eternidad, en forma tal que ninguna cosa perecedera lo pueda conmover, que no sienta nada que sea corpóreo, y se dice que está muerto para el mundo porque no le gusta nada que sea terrestre. A esto se refirió San Pablo cuando dijo: «Vivo y, sin embargo, no vivo; Cristo vive en mí» (Gal. 2, 20). ECKHART: TRATADOS DEL DESASIMIENTO 3
Avicena (Eckhart)
- A estrutura metafísica da caridade na sua ordem divina [JBCP]
- A estrutura metafísica da caridade na sua ordem humana [JBCP]
- A estrutura teológico-metafísica da mística eckhartiana
- À l’image de Dieu
- A Palavra silenciosa… [ASEC]
- A Prata Perdida (Lc XV, 8-10)
- A questão da encarnação [MHE]
- A religião e o homem [JBCP]
- A Rosa de Silesius e o Dasein de Heidegger [MEHT]
- A subida do Monte Carmelo