avemaría (Eckhart)

Son pocos los hombres a quienes, a sabiendas o sin saberlo, no les gustaría ser exactamente así, pero (con la condición) de tener la experiencia de grandes cosas y querrían tener el modo y el bien todo esto no es nada más que propia voluntad. Entrégate totalmente a Dios con todas las cosas y luego no te aflijas por lo que Él hace con lo suyo. Miles de hombres han muerto y están en el cielo sin haberse desprendido nunca de su voluntad con cabal perfección. Una voluntad perfecta y verdadera sería sólo aquella con la cual uno se hubiera entregado íntegramente a la voluntad de Dios, careciendo de propia voluntad: y quien haya logrado más a este respecto, será colocado en mayor medida y más verdaderamente en Dios. Ah sí, un avemaría pronunciado con tal disposición de ánimo, en la cual el hombre se despoja de sí mismo, es más útil que mil salterios leídos sin ella; sí, (dar) un paso con esta disposición, sería mejor que cruzar el mar careciendo de ella. ECKHART: TRATADOS PLÁTICAS INSTRUCTIVAS 11.