Aparição de Jesus

Orígenes — Contra Celso
Jesús no se apareció a todo el mundo
Después de esto, ataca Celso la Escritura de forma que no debe desdeñarse, y dice: “Si Jesús quería realmente hacer ostentación de poder divino, debiera haberse mostrado a los que lo insultaron, al juez que lo condenó a muerte y a todo el mundo en absoluto”. Porque, realmente, también para nosotros es evidente que, según el Evangelio, no fue visto Jesús después de su resurrección de la misma manera que aparecía antes en público y a la vista de todos. Cierto que en los Hechos se escribe que, durante cuarenta días, fue visto por sus discípulos y él les daba instrucciones sobre el reino de Dios (Act. 1, 3); mas en los evangelios no se dice que estuviera siempre con ellos, sino que una vez se les apareció después de ocho días a puertas cerradas, y se puso en medio de ellos (Jn. 20, 26), otras veces por modos semejantes. Y Pablo, al final de su carta primera a los corintios, da a entender que no se presentaba ya ante el pueblo como antes de su pasión, pues dice así: “Porque yo os he transmitido, en primer lugar, lo mismo que recibí, a saber, que Cristo murió por nuestros pecados según las Escrituras, y se apareció a más de quinientos hermanos juntos de los que la mayor parte viven aún, y algunos han muerto; luego se apareció a Santiago, luego a todos los apóstoles, y al último de todos, como a un abortivo, se me apareció también a mí” (1 Cor 15, 3ss). Ahora bien, poner en claro la causa por la que Jesús, después de resucitar de entre los muertos, no se manifestó del mismo modo que antes, es punto que encierra grandes y admirables cosas y que superan la comprensión, no ya solamente del vulgo de los creyentes, sino también, en mi opinión, de los muy adelantados. Sin embargo, en una obra que se destina a refutar un discurso contra los cristianos y su fe, veremos, razonablemente, de presentar sólo algunos puntos que convenzan a los oyentes de nuestra defensa.