Santo Antão — Advertências
ADVERTENCIAS SOBRE LA ÍNDOLE HUMANA Y LA VIDA BUENA (cont.)
Cuando percibes fantasías respecto a algún placer, cuídate a ti mismo y no permitas que te arrastren, sino que, poniéndote por arriba, recuerda la muerte y piensa cómo es mejor tener la conciencia de haber logrado vencer este engaño del placer.
Así como en el engendramiento hay pasión, porque lo que accede a la vida tiene corrupción, así en la pasión hay malicia. Por tanto no digas: Dios pudo eliminar la malicia. Los que así hablan son obtusos y tontos. No convenía ciertamente que Dios quitara la materia: y estas pasiones vienen de la materia. Pero Dios ha eliminado la malicia de los hombres ventajosamente al darles intelecto, ciencia, conocimiento (gnosis) y discernimiento del bien a fin de huir de la malicia, sabiendo cómo la misma nos perjudica. El hombre insensato sigue la malicia y se vanagloria. Luego, como atrapado en una red, se debate, capturado allí dentro. Y ni siquiera puede levantar la cabeza para ver y conocer a Dios, que todo lo ha hecho para la salvación y la divinización del hombre.
Las realidades mortales son enemigas de sí mismas, porque conocen por anticipado este fin de la vida que es la muerte. La inmortalidad, por el hecho de que es un bien, es un legado del alma santa, mientras que la mortalidad, por el hecho de que es un mal, acompaña al alma mísera e insensata.
Cuando, dando gracias, vas a descansar, si piensas en los beneficios y en la gran providencia de Dios por ti, colmado por un pensamiento benéfico, te alegras más que nunca, y el sueno de tu cuerpo se convierte en sobriedad del alma. Al cerrarse tus ojos, verás la visión de Dios y tu silencio, impregnándose de bondad, continuamente proclama glorias al Dios del universo, con toda el alma y toda tu fuerza. Porque una vez que la malicia ha sido alejada del hombre, el rendimiento de gracias, aunque fuera eso sólo, agrada a Dios más que todo precioso sacrificio.
A Él la gloria en los siglos de los siglos Amén.